Este domingo los ojos de la clase política estarán puestos en el Estado de México, donde por primera vez en su historia una mujer gobernará esa entidad. En Coahuila el arroz ya se coció. A pesar del tardío apoyo del PVEM y PT a la candidatura de Armando Guadiana, sólo una desgracia le quitará el triunfo al candidato del PRI, PAN y PRD Manolo Jiménez.

El Estado de México es otro cantar; bastión del PRI por noventa años, su hegemonía se tambalea. Y el principal interesado en que pierda esa hegemonía es López Obrador.

Apoyado en gobernadores, secretarios del gabinete, la jefa de gobierno de la CDMX, las corcholatas restantes, el vocero presidencial Jesús Ramírez, los servidores de la nación y miles de “voluntarios”, Andrés Manuel ha echado toda la carne al asador para que su candidata Delfina Gómez se alce con el triunfo.

De acuerdo con el periodista Raymundo Riva Palacio que se basó en estrategas electorales, lo invertido en la campaña de Delfina ronda los 5 mil millones de pesos.

Por muchísimo menos que eso, la maestra texcocana estaría fuera de la contienda por sobrepasar los topes de campaña. Pero será un dinero muy difícil de rastrear por la dispersión de esos recursos a través de los gobernadores de Morena.

En la banqueta de enfrente, la candidata aliancista Alejandra del Moral no las tiene todas consigo. Abandonada a su suerte por el gobernador Alfredo del Mazo, ha hecho una campaña cuesta arriba pero con mucho tesón.

Alejandra llegó a estar casi 20 puntos abajo de Delfina y ha logrado remontar la cuesta, aunque quién sabe si le alcance la cuerda para este domingo.

Una cosa es cierta lector; si el PRI y sus aliados ganan en la tierra de Hank González, la resurrección de Lázaro será una mera anécdota comparada con la resurrección del tricolor.

Veinticuatro horas después del cierre de casillas, empezará la lucha por la presidencia de la República (que extraoficialmente comenzó hace dos años) entre las corcholatas Claudia Sheinbaum, a la que solo le falta que le oficialicen su “triunfo” en las encuestas de Morena. Adán Augusto López que es el plan B de ya saben quién y Marcelo Ebrard que sigue sin estar en el radar de ya saben quién.

Y acá en Veracruz comenzará la lucha por la gubernatura.

Aparte de Ricardo Ahued que ha dicho que no buscará la gubernatura, los morenos Sergio Gutiérrez, Manuel Huerta y Zenyazen Escobar reverdecen laureles ante la posibilidad de que Rocío Nahle pierda toda esperanza de sustituir a Cuitláhuac García y se ahogue en la orilla.

Su candidatura depende de Dos Bocas, o mejor dicho, de la calificación que le dé Andrés Manuel a su trabajo en la refinería, que definitivamente no producirá los 170 mil barriles de crudo que desea el tabasqueño para el 1 de julio.

¿Será que se la pase y le regale la candidatura? O será que la mande bien lejos.

Veremos.

Por el lado de la alianza opositora no habrá mucho problema.

A pesar de que el PAN es la segunda fuerza política de la entidad, el candidato a la gubernatura saldrá del PRI por varias razones y éstas son algunas; porque el tricolor tiene una estructura partidista bien definida, más militantes que los blanquiazules y, sobre todo, porque es el único de los tres partidos que tiene en sus filas a un aspirante con reales posibilidades de triunfo.

Es decir, el PRI tiene un aspirante ganador. ¿Su nombre? José Francisco Yunes Zorrilla.

Veracruz mejora su nota crediticia

El diario El Financiero publicó esta semana una interesante entrevista realizada al titular de Sefiplan José Luis Lima Franco, por el periodista Felipe Gazcón.

Lima Franco destacó que en 2018 el estado de Veracruz tenía una de las peores calificaciones crediticias con B-, por lo que estaba a un escalón de ser considerada altamente especulativa o basura. Pero de ese año a la fecha las agencias calificadoras han mejorado su evaluación en nueve peldaños, ubicándose en A-.

El funcionario agregó que estas calificaciones también se deben a que se han propuesto incrementar los ingresos propios del estado en 13 mil 500 millones, cuando en 2019 era cercano a los 8 mil millones de pesos.

“Estamos muy contentos con la reciente mejoría de HR Ratings de ‘BBB+a A- es la tercera y se junta con la calificación de Moody’s y Fitch, ya tenemos estas tres A-.

Durante la entrevista Lima Franco ratificó las políticas que ha implementad el gobierno de austeridad, de contención del gasto y de disciplina financiera. “Es un peldaño el que subimos, pero ya pasamos a otra categoría de los ‘BBB a los ‘A’.

Agregó que este año se ejercerá un presupuesto de 148 mil millones de pesos y la intención es generar ingresos propios por alrededor de 13 mil 500 millones. “Aquí lo interesante es el crecimiento; en 2019 era cercano a los 8 mil millones de pesos

Finalmente subrayó que este esfuerzo por incrementar los ingresos propios, es algo que mencionó HR Ratings para mejorar la calificación.

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