La detención el viernes anterior de la periodista y ex alcaldesa de Ixhuatlán del Café, Viridiana Bretón Feito, no sólo es otro acto de represión contra una política opositora, sino una infamia cometida con sevicia infinita por el gobernador Cuitláhuac García, el secretario de Gobierno Eric Cisneros y el brazo ejecutor de este sexenio; la Fiscal estatal Verónica Hernández Giadáns.

Hace meses que de Palacio de Gobierno salió la orden de buscarle a Viridiana algún ilícito, fraude, robo o algo así por el estilo, con objeto de doblarla por ser panista. Y a eso se abocaron los esbirros de Morena que la acusaron de desviar recursos, de corrupción y hasta de contaminar el río que pasa por Ixhuatlán y no le encontraron nada.

Pero había que torcerla.

Alguien se acordó de una carpeta sobre un incendio en las oficinas de la cafetalera AMSA de Ixhuatlán en enero del 2022 y de ahí se agarró el trío para acusarla de “autoría intelectual” en el siniestro. El viernes anterior a las ocho de la mañana, agentes ministeriales la detuvieron casi en la entrada de su casa acusada de ocasionar “estragos”.

Pero había que hacer más; había que pasearla al menos un par de cuadras antes de subirla a la patrulla, había que exhibirla esposada y rendida ante la autoridad. Y así lo hizo un fotógrafo que quizá “casualmente” pasaba por ahí, o familiares de la propia Viridiana que en su desesperación por pedir auxilio, subieron fotos a las redes que resultaron oro para la prensa sensacionalista. Prensa que ni siquiera tuvo el pudor de cubrirle el rostro como lo mandan las leyes internacionales.

Nada de eso: “Mire usted damita mire usted caballero, este es el momento en que se llevan presa a la incendiaria Viridiana N para que pague su crimen con la sociedad”.

Y de Córdoba donde la detuvieron, la llevaron a Huatusco donde se entabló la demanda y fue procesada por un diligente juez que le impuso un año de prisión preventiva oficiosa. Y de ahí al penal de La Toma donde están algunos de los presos políticos del régimen.

¿Qué sigue?

Sus abogados exudan confianza porque de acuerdo con la ley el delito que le imputan no amerita prisión y puede defenderse en libertad. Pero eso será en Groenlandia. Aquí en Veracruz que nadie le venga a Cuitláhuac ni a Eric ni a Verónica conque la ley es la ley.

Aquí los chicharrones de la 4T truenan de otra manera.

A pesar de que el delito de estragos se cae de puro endeble que está, nadie debe confiarse.

En el hipotético caso de que la defensa logre que el juez recapitule y ordene la libertad de Viridiana, en la puerta del penal la estarán esperando los ministeriales para champarle otros delitos que la regresarán a su celda Y es que la consigna es mantenerla en prisión al costo que sea.

Ese es el estilo “transformador” de la 4T de hacer justicia. Si el rebaño cuatroteísta está atascado de violadores, estafadores, corruptos, ladrones e incluso de asesinos, no pasa nada porque están cubiertos por el manto protector de su iglesia (Morena) y de su dios Andrés Manuel López Obrador. Es decir, ya fueron perdonados y están purificados.

Pero ay de aquel impío que quiera saltarse las trancas porque es enviado al infierno. Por mucho que protesten los periodistas chayoteros, la prensa fifí, las barras de abogados, los grupos feministas, la sociedad conservadora y los productores de café que de inmediato se manifestaron en contra de la detención de la ex alcaldesa y de tres productores cafetaleros.

El pecado de Viridiana fue apoyar a los cafeticultores que en enero del 2022 pedían un precio justo para su café. Querían comprárselos a 12 pesos cuando su precio antes de comercializarlo era de 17 pesos con 50 centavos.

Los productores realizaron una protesta y en esas estaban cuando de la nada salieron unos sujetos ajenos a los manifestantes que se fueron directamente sobre las oficinas de AMSA y les prendieron fuego.

A lo anterior hay que agregar que por meses Viridiana sufrió acoso del gobierno estatal porque, debido a su excelente desempeño como alcaldesa, es una de las cartas más fuertes del panismo para las elecciones del 2024.

Primero la invitaron a adherirse a Morena, después le advirtieron sobre los riesgos de decirle que no al gobernador y al secretario de Gobierno. Más adelante vinieron las amenazas y por último su inmoral y oprobioso encarcelamiento.

La verdad lector, no sé qué da más tristeza, ira e impotencia; ver injustamente encarcelada a una mujer honesta, ejemplar madre de familia y gran amiga y compañera de trabajo, o ver cómo un grupo de porros tuercen la ley a su antojo y a su conveniencia.

Y aguas porque conforme se acerquen las elecciones, se multiplicarán los presos políticos en Veracruz.

bernardogup@nullhotmail.com