Durante décadas, el mal estado de las carreteras en Veracruz ha sido una queja constante de empresarios, comerciantes, productores agropecuarios y prestadores de servicios.

Es un problema que afecta a todo Veracruz, porque de norte a sur, las vías de comunicación han presentado un estado lamentable.

No se exagera cuando se afirma que Veracruz es una de las tres entidades del país con las peores carreteras en el país.

En los límites territoriales con Puebla, por ejemplo, se puede observar la diferencia en vías de comunicación entre uno y el otro estado, porque comparadas con las vías poblanas, las carreteras veracruzanas parecen campo minado.

Sin embargo, durante los últimos tres años, el esfuerzo del Gobierno Federal por canalizar recursos al mantenimiento y conservación de la red carretera es evidente; en 2021, por ejemplo, a las vías federales de comunicación en la entidad se destinaron 500 millones de pesos; y en 2022, más de 900 millones para atender el deteriorado estado que acusan.

Ramón Álvarez Fontán, director de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes del Gobierno Federal en Veracruz, reconoce que las carreteras de la entidad presentan problemas por el deterioro producto de décadas de abandono; y expone que hay un esfuerzo de la Federación por canalizar más recursos a este sector. En ese camino, afirma, ha sido determinante el impulso tanto de Jorge Arganis Díaz Leal como de Jorge Nuño Lara.

En 2023, agrega Álvarez Fontán, la SICT canalizará a las carreteras federales de Veracruz otros 550 millones de pesos.

¿Es suficiente ese dinero? Evidentemente no, sobre todo por el enorme rezago que registra la entidad en materia de vías de comunicación; sin embargo, es un avance importante, sobre todo tomando en cuenta que en las últimas 3 o 4 administraciones no se canalizaron recursos suficientes para conservación y mantenimiento.

Los recursos citados, por cierto, sólo se relacionan con los trabajos de conservación; además, entre 2021 y 2022 el gobierno federal destinó una inversión importante tanto en la construcción de nuevas vías de comunicación, como la carretera costera, como en las carreteras estatales que conectan con las vías federales.

En 2022, la SICT destinó dos mil millones de pesos a Veracruz, que incluyen 900 para los trabajos de conservación de carreteras; 108 para caminos alimentadores; y 625 millones para la reconstrucción de las vías dañadas por el huracán Grace.

Después del éxito que representó la apertura de la autopista costera –que no pudo concluir la pasada administración–, la inversión en la red carretera era uno de los pendientes del gobierno federal en Veracruz; y a ello obedecen los recursos que fueron canalizados para la entidad.

Para 2023, por cierto, se proyectan más recursos públicos en obras de la zona de la Huasteca Alta de Veracruz –que acusa un evidente abandono– y de la región del Istmo de Tehuantepec, el llamado Corredor Interoceánico, que abarca la región de Coatzacoalcos, Jáltipan, Texistepec y San Juan Evangelista, así como parte del estado de Oaxaca.

@luisromero85