Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, es tajante al afirmar que el gobierno de México no cederá a lo que consideró chantajes de la industria tabacalera en su afán de introducir nuevas alternativas para el consumo de nicotina o tabaco a través de vapeadores o calentadores.

Así lo manifestó el funcionario federal en una entrevista con Forbes México, al señalar que los representantes de las tabacaleras buscan inundar a la opinión pública de falsas afirmaciones sobre la transición de la quema del cigarro tradicional a otros productos innovadores para el consumo de nicotina.

“Seguimos la evidencia científica y protegemos a las políticas públicas de los conflictos de interés. Cuando uno sigue esa dinámica, uno arriba a las mismas conclusiones que el Secretariado del Convenio Marco para el Control del Tabaco, que con toda claridad afirma que la opción de la máxima regulación, es decir, la prohibición, es la forma más efectiva de lograr que no atrape a nuestra población, particularmente a niñas, niños y adolescentes, estos nuevos productos emergentes como son los vapeadores, cigarrillos electrónicos y las nuevas herramientas de posicionamiento o recaptura de los nichos de mercado que la industria tabacalera ha perdido por las políticas de control de tabaco en sus productos tradicionales”, expuso López-Gatell.

En México, sobre este tipo de productos pesa una prohibición desde 2008 por parte de la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), reforzada a través de un decreto presidencial publicado en 2020 que puso un candado a la importación.

Sin embargo, en 2021, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) declaró inconstitucional la prohibición a la libre comercialización de los vapeadores al argumentar que vulneran el libre desarrollo de la personalidad y que las restricciones gubernamentales son desproporcionadas.

Pero, en junio de 2022, el Poder Ejecutivo publicó un nuevo decreto, en el marco del Día Mundial sin Tabaco, en el que prohíbe la circulación y comercialización de todos los sistemas de administración de nicotina como los calentadores de tabaco y vapeadores.

Al respecto, tabacaleras como Philip Morris International y British American Tobacco han realizado diversos foros, algunos con expertos y científicos en el estudio de la nicotina, donde afirman que el viraje hacia tecnologías innovadoras para el consumo de esta sustancia, abre una posibilidad para que los consumidores de cigarros tradicionales gradualmente dejen esta adicción.

Por ejemplo, Philip Morris International afirma que en los próximos 15 años, en el mundo habrá una reducción considerable en la quema de cigarro que produce humo fundamentalmente por la existencia estos productos alternativos.

De igual forma, han asegurado que los problemas de una regulación excesiva, como la prohibición, sólo desarrollan un mercado negro de productos que pueden afectar, por su dudosa calidad, a los usuarios de vapeadores o calentadores de tabaco.

“Esta narrativa que siembra la industria tabacalera, porque ellos son las que la siembran, de que si se hace una acción responsable de los Estados soberanos con los instrumentos legales y técnicos de regulación al más alto nivel, que es la prohibición, y lo que dice la industria es que si se hace eso entonces va a ver mercados negros, va a ver mercados ilegales que son adversos, nos parece francamente que es una posición cínica, que es análoga, es como si dijéramos que no hay que regular nada”.

“Es una manera tendenciosa, falaz, de invertir el análisis de las realidades sociales para poner como que el causante de los daños es el Estado que pone restricciones, en lugar de reconocer que son cómplices de esas alternativas de acceso a los mercados, que ellos fomentan los mercados negros e ilegales”, sentenció.

López-Gatell dijo que México ha sido un impulsor de evidencia científica para afirmar que la prohibición no genera la proliferación de un mercado ilícito de los productos con nicotina.

En una fuerte crítica, el funcionario federal aseguró que son las mismas empresas tabacaleras quienes fomentan el mercado negro, pues sus verticales de negocio aprovechan esta alternativa para promover sus productos.

“México es uno de los países que condujo evidencia científica formal y que la aportó al mundo y demostró que eso es una falsedad, que la dinámica de la aparición de los mercados negros no depende de que aumentan las restricciones, sino que depende de cómo la industria busca sus otros nichos alternativos también en los mercados ilegales”.

“A los intereses comerciales, a los intereses empresariales que promueven productos que eventualmente se demuestra científicamente que son adversos a la salud, como claramente es el tabaco, los productos industrializados, grasas, azúcar, les preocupa que los gobiernos de los Estados soberanos empiezan a tener consensos sobre la evidencia científica y su aplicación en políticas públicas”, añadió el subsecretario.

Forbes

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