A don Miguel López Azuara lo conocimos cuando regresó al estado de Veracruz, para ser el coordinador de Comunicación Social del gobierno en la administración de Patricio Chirinos, lo recordamos por su trato amable y sereno, como del maestro que escucha atento al alumno, lo que hacía que siempre fuera un placer platicar con él.

En alguna gira del gobernador por su natal Tuxpan, nos acercamos a saludarlo, para preguntarle si Chirinos querría ser testigo de la entrega de cerca de doscientas piezas arqueológicas, que el presidente del ejido de Tabuco quería entregar al Museo Municipal y de inmediato lo consultó y resolvió afirmativamente.

Siempre que lo saludamos en la capital del estado, su trato fue amable y cordial, hasta se sentía afectuoso y sincero.

Cuando vino al estado de Veracruz, don Miguel ya era don Miguel.

Como atinadamente lo apuntó el periodista tuxpeño Ramón Rodríguez en una amplia e interesante entrevista que le hizo, don Miguel López Azuara fue un referente de la lucha por la libertad de expresión y la autonomía de los medios de comunicación en México, desde las páginas editoriales de Excelsior y la revista Proceso al lado de Julio Scherer.

López Azuara fue maestro de varias generaciones de periodistas, formador de comunicadores con experimentados consejos en la redacción, pero sobre todo fue un buen amigo.

Por eso es que el Club de Periodistas Primera Plana publicó una esquela dando el pésame a sus hijos Norma Yolanda, Enrique y Miguel, en la que se manifiesta que el periodismo nacional está de luto por la partida de don Miguel.

Su carrera dentro del periodismo nacional inició dentro de la función pública, al ser director de Bibliotecas y Publicaciones de la Secretaría de Educación Pública (SEP) al lado de otro destacado político tuxpeño don Jesús Reyes Heróles; luego fue vocero de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE); director de la agencia de noticias Notimex y director de Información de Presidencia de la República.

En 1955 ingresó al periódico Excélsior donde fue desde reportero, columnista político, editor, jefe de Corresponsales y subdirector Editorial.

Junto a Julio Scherer, López Azuara defendió la autonomía del periódico frente al gobierno y cooperativistas.

Excélsior era un ágora del pensamiento libre, donde colaboradores como Daniel Cosío Villegas, Rosario Castellanos, José Emilio Pacheco, Carlos Monsiváis, Cesar Sepúlveda y Marcos Moshinsky, quienes daban su mejor aportación a la causa cultural y donde un Octavio Paz en su faceta más crítica dirigía revista plural, el periódico era de hecho una avanzada democrática y cultural en un México cerrado y cooptado desde la Presidencia de la República.

Posteriormente fue fundador, columnista, jefe de información, jefe de redacción y consejero editorial y de administración de la revista Proceso.

Asimismo fundador y consejero editorial del diario La Jornada y editorialista de El Universal.

También se desempeñó como director de la revista Examen del Comité Ejecutivo Nacional del PRI; coordinador de comunicación social de la Cámara de Diputados; y director de la Asociación de Editores de los Estados.

Nació el 6 de enero de 1934 en Tuxpan, Veracruz. Entró en 1955 al periódico Excélsior donde fue reportero, columnista político, editor, jefe de Corresponsales y subdirector editorial. Fundador, columnista, jefe de información, jefe de redacción, consejero editorial y de administración de la revista Proceso. Fundador y consejero editorial del diario La Jornada.

Es recomendable leer la Revista Praxis, que dirige el periodista tuxpeño Ramón Rodríguez: Miguel López Azuara, retrato de una época; el poder y la libertad de expresión de Scherer a Buendía. – Ramón Rodríguez Rangel (praxisrevista.com)

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