Cuando un gobierno va mal, o no tiene el desempeño que corresponde a las necesidades de una realidad social, siempre los resultados positivos son más notorios. En una administración de gobierno como la de Veracruz, la primera surgida del movimiento morenista, que es muy diferente, como se auto etiquetaron, los protocolos han salido sobrando, las maneras y los caminos institucionales; el discurso del presidente es la línea.

Y de esa libertad de formas, soltura diría yo, vienen los riesgos de no saber para dónde dirigir el trabajo, sumado a la enorme falta de experiencia en los puestos de primer nivel y menores. Aunque, como acá lo hemos mencionado anteriormente, no todo es malo y unos cuantos brillan por su pragmatismo político. Al menos dos funcionarios, titulares de secretarías, le han puesto notas positivas al gobernador Cuitláhuac García, nuevamente nos referimos al secretario de finanzas, con todo y sus referentes de las neoliberales calificadoras internacionales, que por un lado han sido despreciadas como organismos referentes de la economía, y por otro sin materia obligada de consulta del gobierno estatal.

El otro caso el es profesor Escobar, el secretario de educación. Zen, como muchos le dicen sin la cuadrada formalidad de un título, ha mostrado últimamente detalles, maneras, de político experimentado, de esos que mucha falta le hacen a la 4T; antes que el gobernador de Veracruz estrechara la mano y cruzara sonrisas con la alcaldesa del Puerto de Veracruz, Patricia Lobeira, Zenyazen ya se había sentado en el escritorio de la panista con mayor capital político del estado, para coordinarse en el trabajo, como dos profesionales del servicio público.

Y el gesto más reciente de tacto vuelve a darse desde el municipio de Veracruz, donde el pasado viernes 29 de abril el titular de la Secretaría de Educación, tuvo una comida con representantes de los medios de comunicación del puerto, hecho que se le reconoce pues es uno de los pocos secretarios de despacho que desde sus tiempos como diputado local acostumbra este tipo de convivencias. Los que compartieron el pan y la sal con Zenyazen nos contaron que, como acostumbra, su trato fue sencillo, cercano, sin poses, muy pendiente de que cada uno de los invitados estuviera a gusto.

El ánimo del profesor Escobar no es por pose, debe ser por la seguridad y tranquilidad que da el saber que se trabaja con un equipo muy comprometido en la SEV, donde cada trabajadora y trabajador se ha puesto en el ritmo de su administración y han ganado a pulso los resultados de los indicadores educativos 2021, que entrega cada año la Comisión Nacional para la Mejora Continua (MEJOREDU) de la Secretaría de Educación Pública (SEP).

De esos datos se destaca que Veracruz está entre los 10 primeros estados del país en desempeño educativo, gracias al trabajo colaborativo entre las autoridades educativas, personal docente, madres y padres de familia, al impactar directamente en la enseñanza de los estudiantes de los diferentes niveles.   Además, es uno de los estados con el mayor número de escuelas abiertas que imparten clases presenciales, luego de dos años de pandemia. No hay que olvidar que cuando Zenyazen Escobar tomó las riendas de la SEV, Veracruz estaba en los últimos lugares de desempeño académico y primeros en corrupción.

Y mientras algunos morenistas, hombres y mujeres, empiezan a dividir el partido en tribus, buscando la candidatura al gobierno de Veracruz, dando muestra de que lo que menos hay entre ellos es unidad; Zenyazen sigue respaldando a su compañero de lucha, al gobernador Cuitláhuac García, y en automático, suma adeptos al morenismo, sin aspavientos, sin poses y tacuches incómodos, sin sonrisas fingidas; nadamás con trabajo, y eso a la sociedad es lo que le importa, funcionarios cercanos, de resultados.