“Se les apareció el demonio a los de la 4T; llegó Miguel A. Yunes” Yo

Según juristas expertos en el asunto, la figura de “testigo protegido” que se aplica en México es una copia del modelo estadounidense.

Los testigos protegidos o testigos colaboradores en México cambian de identidad como forma de protección contra posibles represalias, pues aportan pruebas y testimonios en juicios contra la delincuencia organizada, entre ellos políticos importantes con quienes colaboraron.

Américo Delgado, abogado ya fallecido, quien llevó casos de narcotráfico, solía decir que los testigos protegidos «son mentirosos que viven del erario», pues por la misma definición de la figura jurídica no es posible tener un careo con el acusado, por tanto «no se sabe si dicen la verdad o no».

En 2002, el entonces procurador general, Rafael Macedo de la Concha, defendió la figura del testigo protegido durante el Consejo de Guerra contra los generales Mario Arturo Acosta Chaparro y Francisco Quirós Hermosillo.

En ese entonces, Macedo apuntó:

«La figura de testigo protegido es perfectible, aún cuando ha demostrado su valía al contribuir para la localización de importantes líderes de organizaciones criminales».
Para el ciudadano normal, el que no es experto en derecho penal, criminología o delincuencia organizada, la figura de testigo protegido se ha venido usando para aprovechar la condición de cómplices de quienes participan en delitos de robo a las arcas públicas, corrupción y uso indebido del poder.

El funcionario que tiene voluntad para aplicar la ley en contra de sus antecesores que robaron y casi no dejaron huellas, la figura es lo ideal para alcanzar el objetivo: encarcelar al político que se quiere y despojarlo de lo robado para a su vez robarlo o, aplicar la justicia a secas.

Y es muy sencillo, sabemos de ex gobernadores que lo han hecho; localizan a los colaboradores del objetivo que se fueron más cabezones y les dan un apretón: o me informas con detalle y documentos cuánto se robaron y me entregas parte de lo que tu obtuviste o te encarcelo a ti.

Te voy a proteger para que figures como “testigo protegido” a cambio de que empines a tu jefe, y caen con mucha facilidad.

¿Cuántos traidores prefirieron su libertad a acompañar a Javier Duarte en el Reclusorio Norte donde se encuentra confinado, y soltaron la sopa sobre las formas que se usaron en ese lamentable sexenio para robar los recursos públicos?. Mencionemos dos a menara de ejemplo; Vicente Benítez González “El Chileno”, autor del entramado de empresas fantasma que le sirvieron a Duarte para saquear el patrimonio de los veracruzano.

Benítez fue de los primeros que traicionaron y hasta fuero le dieron haciéndolo diputado local para que viviera tranquilo y hoy se encuentra en la ciudad de México disfrutando de la cachera millonaria que le quedó; otro es Juan Manuel del Castillo, el hombre más cercano a Javier, el de todas las confianzas, el recetario Particular que estuvo enterado de los sucios negocios en los que se involucraba su jefe y hasta participó.

A Juan Manuel del Castillo se le atribuye, como parte de la traición, el haber entregado la bodega de Córdoba donde Duarte y su ex esposa Karime Macías dejaron obras de arte, sillas de ruedas que no entregaron, colecciones de finas plumas y la emblemática libreta llena de frases de “si merezco abundancia” que como tarea se supone llenó la señora de la casa.

A esta lista se sumaron todos los prestanombres y operadores financieros de Duarte, quienes se acogieron al beneficio de un criterio de oportunidad (testigo protegido) para devolver bienes inmuebles, a cambio de declarar contra quien fuera su amigo y socio.

Tarek Abdalá, el más traidor

Todos los que optaron por “cantar” a cambio de impunidad, traicionaron la amistad que les brindó Javier Duarte, nadie lo acompaña, al contrario lo trataron de hundir para que permanezca muchos años en la cárcel de manera que cuando salga no tenga posibilidades de tomar debida venganza, cuando ya sea un anciano sin fuerza para volver a luchar, cuando el perdón haya tocado su alma.

Recordamos que durante la audiencia de etapa intermedia, la PGR dio lectura a sólo 47 datos de prueba contra el ex mandatario, aunque originalmente tenía más de 100.

Entre ellos, resaltaron las entrevistas de su ex tesorero Tarek Abdalá Saad, quien reconoció haber hecho los desvíos de recursos de diversas dependencias como la Secretaría de Seguridad Pública, Salud, Desarrollo Agropecuario, Educación y Desarrollo Social para cumplir con los gastos personales de Javier Duarte.

Aunque confesó asistir a los eventos sociales con su jefe, dijo que nunca fueron amigos, e incluso se distanciaron y que él sólo se limitó a obedecer órdenes, pero confirmó que Duarte sí desvío los fondos federales de Veracruz.

Igual lo hizo, Arturo Bermúdez Zurita, quien rechazó haberse prestado a desviar recursos que le ordenaba Javier Duarte cuando era gobernador, pero siempre supo que estaba cometiendo esas irregularidades, por lo que también negó que fueran amigos.
Moisés Mansur Cisneros, Juan José Rodríguez Janeiro, Alberto Nava Soria, Gerardo Rosas Bocardo y José Antonio Bandín antiguos socios, prestanombres y operadores financieros de Duarte de Ochoa, también se apegaron al criterio de oportunidad que les brindó la PGR para no ser procesados, a cambio de declarar en contra del ex gobernador.

Todos coincidieron en que no eran amigos de Duarte, pero se acusaron mutuamente de que los demás sí lo eran, y confesaron que siempre supieron que los recursos que desviaban a empresas fantasmas procedían del Gobierno de Veracruz. La traición por encima de la lealtad a quien los enriqueció.

El Bronco, otro ejemplo

Hace unos días el gobernador de Nuevo León Samuel García, en entrevista con el periodista de mayor credibilidad en el país, Carlos Loret de Mola, comentó que el caso de su antecesor Jaime Rodríguez Calderón “el Bronco”, a quien un juez de control por delitos electorales cometidos durante la campaña presidencial de 2018.

El exgobernador de Nuevo León fue detenido el 15 de marzo. La Fiscalía Especializada en Delitos Electorales de Nuevo León informó que el juez de Control resolvió además remitir la carpeta de investigación a un juzgado del ámbito federal.

El gobernador Samuel García comentó al periodista Loret que hasta ahí el asunto electoral parecía el único delito por el cual el señor Rodríguez Calderón tendría que responder ante la justicia, pero no, a “el Bronco” se le han acumulado otros delitos, le han abierto otras carpetas, resultado de denuncias de sus ex colaboradores que se ofrecieron como “testigos protegidos” y son quienes han puesto al descubierto muchos actos de corrupción cometidos por el ex mandatario de Nuevo León, con esto queremos insistir en poner atención sobre esta figura legal de la que se están sirviendo los políticos en el poder para apretar a sus antecesores: se valen de la cobardía, la falta de lealtad y en consecuencia la traición de quienes cuando buscan un cargo se le arrastran al jefe, le juran lealtad y hasta se prestan a lo que sea (delinquir) con tal de compartir el pastel con el jefe corrupto, pero a la hora de rendir cuentas traicionan: de que lloren en mi casa, que lloren en la de él y los hunden.

Bueno quien fuera secretario de Finanzas de “el Bronco” Carlos Alberto Garza Ibarra, hoy lo es de Samuel García. ¿De donde vendría la traición; a cambio de continuar en la ubre?… Así es esto.

¿Cuántos traicionarán a Cuitláhuac?

En este contexto de traiciones tan normales en nuestros días, trasladado a Veracruz, nos preguntamos: ¿Cuántos de los colaboradores del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, quienes para llegar al poder hicieron de todo con tal de tener puestos donde se manejan millonarios presupuestos y que se están corrompiendo a placer, ante un conflicto como el del ex gobernador Javier Duarte (el cuitlahuismo es un espejo del duartismo), se mantendrán leales, firmes, decididos a pagar con cárcel por todas las rapacerías que hoy cometen soñando en la impunidad?… ninguno, la historia siempre será la misma, es más, ni la familia que se está beneficiando del cargo del pariente, que llenan las talegas de miles de millones estarán al lado de Cuitláhuac, al final del sexenio.

Y menos los priistas que se colaron al gabinete cuya fama de pillos lograron consolidar en los sexenios anteriores, priistas y panistas, y que hoy se dicen morenistas, como los casos de Ulises Rodríguez Landa, Rafael Castillo Sugasti “Lagarto Parado” o Fernando Arteaga Aponte “El Guevo”, tres fichas con doctorados en materia de corrupción, con amplio reconocimiento en los gobiernos de los conservadores, de los que tanto odia la 4T pero que se los agenció para que los enseñaran a corromperse o para que los ayudaran. Ya veremos quién permanecerá leal a Cuitláhuac aún en las malas….Nadie. Todos se convertirán en “testigos protegidos” la historia siempre se repite.

Reflexión

Muy aleccionadora la entrevista que le hizo el coatepecano Roberto Avila Camberos al diputado federal y presidente de la Mesa Directiva del Congreso, Sergio Gutiérrez Luna, a través de Mar FM. En esa entrevista se puede conocer parte de la amplia cultura del minatitleco, sus antecedentes académicos, su facilidad de convencimiento, su vocación democrática, su sólida creencia sobre los beneficios del gobierno de AMLO y su arraigado origen de veracruzano.

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