En medio de la fiesta avionera, el romanticismo Juarista y la víspera de la revocación de mandato, la violencia y asesinatos en México no paran; la situación se ha generalizado a todos los sectores sociales, recientemente la AMOTAC realizó manifestaciones en varios puntos del país por la inseguridad que sufren diariamente los transportistas en varias regiones, incluyendo el estado de Veracruz como foco rojo.

Y uno de los grupos que ha sido más vulnerables al nulo estado de derecho y la impunidad imparable son los periodistas, cuestión tan significativa que ha llamado la atención de organismos internacionales, funcionarios de alto nivel de otros países y Organizaciones No Gubernamentales. El panorama obliga a poner el asunto en perspectiva para entender que su dimensión es sinigual, apegándose a la gastada frase de “como nunca antes en la historia de México” que usan a cada rato los funcionarios actuales.

En lo que van del 2022, apenas un trimestre, han muerto 22 periodistas en el mundo, número que dobla la cifra del mismo periodo del año 2021, crecimiento exponencial; y casi la mitad de las muertes se produjeron en México y Ucrania, dos países en situación especialmente peligrosa, tan cotidiano está siendo el asunto que apenas la semana pasada asesinaron a Armando Linares, periodista y director del medio Monitor Michoacán.

Recientemente la ONG Campaña Emblema de Prensa presentó cifras sobre asesinatos de periodistas en el mundo, y la incidencia en nuestro país abona de manera significativa la tasa mundial; nuevamente Ucrania, país en franca guerra, y México, nación que se supone vive una etapa de transformación; encuentran similitudes, preocupantes signos de coincidencia, pues ambos países son los que duplican los asesinatos de periodistas a nivel mundial.

La organización, que recopila globalmente datos de ataques a profesionales de la comunicación, señaló que por ahora se ha confirmado el asesinato de nueve periodistas en México, víctimas principalmente de bandas criminales que operan en el país, y seis en Ucrania durante la cobertura de la guerra iniciada el 24 de febrero.

El panorama a mediano plazo podría ser peor, en 2021 la ONG verificó 79 asesinatos de periodistas, una de las cifras más bajas de las últimas dos décadas, pero los números de los últimos meses podrían establecer una tendencia para que esa cifra sea rebasada en 2022.

Sin consolidar la seguridad de las y los mexicanos no puede haber cuarta transformación.