Materiales en asteroides que ayudaron a formar la Tierra pudieron formarse muy lejos en el Sistema Solar primitivo y luego llevados al interior del mismo mediante procesos de mezcla caóticos.
Se cree que la Tierra se formó en parte a partir de meteoritos carbonosos, que se cree que provienen de asteroides del cinturón principal exterior. Las observaciones telescópicas de los asteroides del cinturón principal exterior revelan una característica de reflectancia común de 3,1 micrómetros que sugiere que sus capas exteriores albergan hielos de agua o arcillas de amoniaco, o ambos, que solo son estables a temperaturas muy bajas. Curiosamente, aunque varias líneas de evidencia sugieren que los meteoritos carbonosos se derivan de tales asteroides, los meteoritos recuperados en la Tierra generalmente carecen de esta característica. El cinturón de asteroides plantea muchas preguntas a los astrónomos y científicos planetarios.
Un nuevo estudio dirigido por investigadores del Earth-Life Science Institute (ELSI) en el Instituto de Tecnología de Tokio sugiere que estos materiales asteroidales pueden haberse formado muy lejos en el Sistema Solar temprano y luego haber sido transportados al Sistema Solar interior mediante procesos de mezcla caóticos.
En este estudio, una combinación de observaciones de asteroides utilizando el telescopio espacial japonés AKARI y el modelado teórico de las reacciones químicas en los asteroides sugiere que los minerales de la superficie presentes en los asteroides del cinturón principal exterior, especialmente las arcillas que contienen amoníaco (NH3), se forman a partir de materiales iniciales que contienen hielo de NH3 y CO2 que es estable solo a muy baja temperatura y en condiciones ricas en agua.
Con base en estos resultados, este nuevo estudio propone que los asteroides del cinturón principal exterior se formaron en órbitas distantes y se diferenciaron para formar diferentes minerales en mantos ricos en agua y núcleos dominados por rocas, informa el Instituto de Tecnología de Tokio en un comunicado.
Para comprender el origen de las discrepancias en los espectros medidos de meteoritos y asteroides carbonosos, utilizando simulaciones por computadora, el equipo modeló la evolución química de varias mezclas primitivas plausibles diseñadas para simular materiales esteroidales primitivos. Luego usaron estos modelos de computadora para producir espectros de reflectancia simulados para compararlos con los obtenidos telescópicamente.
Sus modelos indicaron que para coincidir con los espectros de asteroides, el material de partida tenía que contener una cantidad significativa de agua y amoníaco, una abundancia relativamente baja de CO2 y reaccionar a temperaturas por debajo de los 70 °C, lo que sugiere que los asteroides se formaron mucho más lejos que su origen. ubicaciones actuales en el sistema solar primitivo.
Por el contrario, la falta de la característica de 3,1 micrómetros en los meteoritos se puede atribuir a una reacción posiblemente más profunda dentro de los asteroides, donde las temperaturas alcanzaron valores más altos, por lo que los meteoritos recuperados pueden tomar muestras de porciones más profundas de los asteroides.
De ser cierto, este estudio sugiere que la formación de la Tierra y sus propiedades únicas resultan de aspectos peculiares de la formación del Sistema Solar.
europapress.es
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