A diferencia de otras instituciones educativas, el Colegio de Bachilleres de Veracruz no ha abierto sus puertas para clases presenciales; uno de los grandes problemas, es el severo daño en su estructura con la que cuenta.

El segundo piso del inmueble presenta filtraciones en todas sus aulas, situación que ha mermado gran parte de la institución educativa, y se corre el riesgo de qué algunos espacios puedan caerse por pedazos.

El presidente del Patronato de Padres de Familia del turno matutino, Daniel Martínez Rentería dijo que, hicieron una cotización con una constructora, la cual le señaló qué lo prioritario es el cambio de losa en la estructura, pues está se encuentra muy dañada; sin embargo, y a pesar de que han intentado platicar con las autoridades correspondientes, sus solicitudes de reunión fueron denegadas.

«Nuestras preocupación es la seguridad de los alumnos y que las lluvias reblandezcan el daño, el no tener las instalaciones completas está afectando a los alumnos, que es donde tenemos la mayor afectación. Al principio decíamos que los alumnos regresaran a la escuela porque el encierro los tenía afectados, pero ahora cunado vienen no vienen completos y no se ocupa la escuela en toda su capacidad», agregó.

Por el momento, los más de 1 800 alumnos se encuentran en clases bajo el formato híbrido; es decir, unos días acuden presencialmente a las aulas, y otras ocasiones lo hacen desde sus casas, a través de la computadora.

AVC

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