Durante el Plioceno, cuando la Tierra experimentó condiciones similares a las actuales de concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera, el retroceso de la capa de hielo y la expansión de los bosques convirtieron las antiguas tierras secas subtropicales en oasis. Es la explicación más convincente hasta el momento sobre el proceso iniciado hace más de 3 millones de años, y podría ayudar a comprender con mayor profundidad los ciclos contemporáneos y futuros.
Un nuevo estudio realizado por un equipo internacional de científicos, como parte del programa denominado 2nd Pliocene Model Intercomparison Project (PlioMIP2), concluye que el reverdecimiento de algunas áreas subtropicales durante el Plioceno, un período en el cual las condiciones atmosféricas no eran las mejores, tiene una explicación: la disminución de la capa de hielo y un mayor desarrollo de la vegetación. Al parecer, este esquema que caracterizó al Plioceno hace más de 3 millones de años podría servir para entender la situación actual y vislumbrar parte del futuro del planeta.
Según una nota de prensa de la Universidad de Connecticut, en Estados Unidos, una de las instituciones académicas que participó de la investigación, el grupo de científicos se centró en el clima del Plioceno porque fue la última vez que la Tierra soportó concentraciones de más de 400 partes por millón de CO2 (dióxido de carbono) en la atmósfera, un nivel similar al registrado actualmente.
Una aparente contradicción
Teniendo en cuenta esas condiciones, el Plioceno plantea una pregunta que hace mucho los geólogos intentan responder: ¿por qué áreas subtropicales secas,como el Sahel en África y el norte de China, fueron mucho más húmedas y verdes durante el Plioceno en comparación a su estado actual? Al parecer, otros aspectos parecen haber influido con más fuerza que las condiciones atmosféricas, aunque se sabe que el aumento de los niveles atmosféricos de CO2 y de otros gases de efecto invernadero pueden provocar profundos cambios climáticos y ambientales, los cuales no promueven precisamente el reverdecimiento de áreas secas.
De acuerdo a las conclusiones del nuevo estudio, dirigido por el investigador Ran Feng y publicado recientemente en la revista Nature Communications, la evidencia del registro geológico demuestra que el Sahel y las regiones subtropicales de Eurasia alguna vez albergaron paisajes más exuberantes, caracterizados por una rica vegetación y con hidroclimas drásticamente diferentes a los actuales.
Estas áreas fueron verdaderos “oasis” durante el Plioceno, una división de la escala temporal geológica cuyas fronteras no están establecidas a partir de un evento mundial fácilmente identificable, sino como una serie de límites temporales con diferencias regionales entre el Mioceno cálido y el Plioceno más frío. En esta investigación y de acuerdo a las zonas estudiadas, los especialistas consideran que tuvo lugar hace algo más de 3 millones de años.
Cambios que se pasan por alto
Los científicos verificaron que el hidroclima, tanto en las áreas secas como el Sahel, como en el este asiático subtropical, se vuelve mucho más húmedo cuando se producen cambios en la vegetación y la capa de hielo, de acuerdo a las simulaciones realizadas en base a las condiciones imperantes en el Plioceno. En consecuencia, las variaciones en la vegetación y la reducción de las masas de hielo habrían determinado que las áreas secas se transformasen en oasis, más allá del impacto atmosférico.
Al parecer, el reverdecimiento continental y el retroceso de la capa de hielo tienen un impacto profundo en la temperatura superficial, al reducir el albedo. El albedo es la capacidad que posee la superficie de la Tierra para reflejar la luz solar: estos procesos tienen un efecto profundo en el ciclo hidrológico, al permitir una mayor evaporación y alterar las rutas de transporte de humedad.
Las conclusiones de los científicos indican que esta clase de fenómenos presentan un potencial de cambio mucho mayor en el ciclo hidrológico del advertido hasta hoy. Actualmente, pocos de estos cambios se consideran al predecir las condiciones climáticas para los próximos 50 años. De esta forma, los expertos creen que al analizar al detalle ciclos como el Plioceno, con condiciones similares a las actuales, será posible predecir con mayor exactitud los cambios a los que se enfrentará el planeta en las próximas décadas.
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