Los científicos identificaron una versión “sigilosa” de la variante ómicron que no puede ser detectada con las pruebas de rutina que los funcionarios de salud pública están utilizando para rastrear su propagación en todo el mundo.

La variante sigilosa tiene muchas mutaciones en común con la variante estándar ómicron, pero le falta un cambio genético específico que permite utilizar las pruebas PCR de laboratorio como instrumento rápido y listo para detectar los posibles casos.

Los investigadores señalan que es demasiado pronto para saber si la nueva forma de la variante ómicron se propagará de la misma manera que la variante estándar, pero que la versión “sigilosa” es genéticamente distinta y, por tanto, es posible que se comporte de forma diferente.

La variante sigilosa se detectó por primera vez entre los genomas del virus de Covid-19 enviados en los últimos días desde Sudáfrica, Australia y Canadá, sin embargo, la dificultad para detectar la variante significa que ya pudo haberse propagado más ampliamente. Entre las pocas docenas de casos identificados hasta ahora, ninguno se encuentra en el Reino Unido.

Datos de JHU CSSE Covid-19 Data y Our World in Data a las 09:39 del 7 de diciembre de 2021

El descubrimiento se produjo en el momento en que el primer ministro dijo al gabinete que la variante ómicron parecía ser más transmisible, y los funcionarios admitieron que esto tendría consecuencias por su impacto, y la probabilidad de que se necesitaran más restricciones.

La Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido informó que el martes se registraron otros 101 casos confirmados de la variante ómicron en el Reino Unido. Esto eleva el número total de casos en el Reino Unido a 437. De los 101 nuevos casos, uno se confirmó en Gales, mientras que en Irlanda del Norte no se han registrado nuevos casos.

En la reunión del gabinete del martes por la mañana, a la que también asistieron el asesor científico principal del gobierno, Patrick Vallance, y el director médico de Inglaterra, Chris Whitty, Johnson comentó a los ministros que los “primeros indicios” eran que la variante ómicron era más transmisible que la variante dominante existente, Delta, según un comunicado del número 10 de Downing Street.

El vocero de Johnson indicó que la siguiente medida de contingencia seguía siendo la posible imposición del llamado plan B, el cual introduciría un certificado de vacunación e indicaciones para trabajar desde casa en la medida de lo posible.

Aunque el gobierno “querría asegurarse de que el parlamento tiene su opinión” sobre cualquier nueva norma, dijo el vocero, los ministros tienen las facultades existentes para imponer las restricciones del plan B de forma unilateral, por ejemplo, en caso de que fueran necesarias durante el receso navideño de la Cámara de los Comunes.

A pesar de estas consideraciones, el vocero confirmó que, por el momento, el consejo oficial seguía siendo que las personas regresaran a sus centros de trabajo si podían hacerlo, aunque tomando en consideración medidas de mitigación como la ventilación y las pruebas. Dijo:

“Alentamos a las empresas a que reincorporen a su personal a la oficina, en sintonía con las directrices”.

El descubrimiento de la nueva forma de la variante ómicron hizo que los investigadores dividieran el linaje B.1.1.529 en ómicron estándar, conocido como BA.1, y la variante más reciente, conocida como BA.2. El profesor François Balloux, director del Instituto de Genética del University College de Londres, señaló que 42, es decir, aproximadamente el 6% de los 709 genomas de la variante ómicron enviados a la base de datos genómica Gisaid eran BA.2.

“Existen dos linajes dentro de ómicron, BA.1 y BA.2, que se diferencian mucho desde el punto de vista genético”, dijo. “Los dos linajes podrían comportarse de forma diferente”.

Los científicos utilizan el análisis de todo el genoma para confirmar la variante que causa la infección de Covid-19, pero las pruebas PCR en ocasiones pueden proporcionar una pista.

Aproximadamente la mitad de las máquinas de PCR en el Reino Unido buscan tres genes en el virus, pero la variante ómicron (y la variante Alfa que la precede) solo son positivas en dos de ellos. Esto se debe a que la variante ómicron, al igual que la Alfa, tiene un cambio genético llamado supresión en el gen “S” o spike. La falla significa que las pruebas PCR que presentan la llamada “falla en el objetivo del gen S” son altamente indicativas de las infecciones causadas por la variante ómicron.

Extraoficialmente, algunos investigadores llaman a la nueva variante “ómicron sigiloso” porque no tiene la supresión que permite que las pruebas PCR la detecten. La preocupación de algunos investigadores es que la variante sigilosa se propague sin ser detectada mientras los funcionarios de salud pública se centran en las pruebas PCR para la variante ómicron estándar.

Una de las principales incógnitas es cómo surgió la nueva variante. Aunque forma parte de la variante ómicron, es tan distinta desde el punto de vista genético que podría ser considerada una nueva “variante preocupante” si se propaga rápidamente. Que dos variantes, la BA.1 y la BA.2, surjan en una sucesión tan rápida con mutaciones compartidas es “preocupante”, según un investigador, y sugiere que a la vigilancia de la salud pública “le falta una gran pieza del rompecabezas”.

la-lista.com

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