Apple ha trabajado duro con el desarrollo del iPhone 13. Tanto para plantear una mejora sustancial en la pantalla y cámaras en relación con el modelo del año pasado, como para optimizar sus filtros de seguridad al momento de realizar reparaciones con técnicos externos.

El análisis de los componentes de este modelo nuevo ha sido minucioso a tal grado que podemos determinar el costo preciso de fabricación de cada unidad. En donde comprobamos que el margen de ganancia de Apple es cada vez más corto en relación con cada generación previa, sin dejar de ser amplio como para engordar su billetera.

Sin embargo con este nuevo smartphone hay un factor adicional a sumar en la problemática ecuación: la escasez global de componentes que afecta los ritmos de producción de todos los dispositivos.

Esta situación ha impactado inevitablemente a Apple y se ha generado una situación que ningún negocio querría.

La escasez del iPhone 13 seguirá hasta febrero del año entrante

Hoy en día la demanda del iPhone 13 es mucho mayor que su oferta. En una dinámica no regulada de mercado esto haría que el dispositivo fuera mucho más caro mientras más se pide y menos disponibilidad existe.

Pero el precio del smartphone ha sido fijado desde mucho tiempo atrás. De manera que tenemos a un montón de clientes ansiosos que quieren un iPhone 13 y que no pueden obtenerlo. Lo que los llevará necesariamente a esperar más de lo deseado u optar por otra clase de teléfono.

Esta situación es tensa y por desgracia parece que se mantendrá por un rato. Ya que informantes provenientes desde de la cadena de suministro de producción han informado a los colegas de Digitimes que producción de este modelo desarrollado por Apple no podrá satisfacer la demanda hasta por lo menos febrero de 2022.

Existen acuerdos con proveedores realizados con suficiente anticipación como para amortizar el impacto que otros fabricantes están viviendo. Pero la poca disponibilidad de componentes está afectando ya los chicos de Cupertino.

Se dice que TSMC ha reservado buena parte de su línea de producción la fabricación de chips destinados a productos Apple. Sin embargo, muchos otros componentes externos siguen siendo difíciles de conseguir en el volumen requerido, lo que está frenando el flujo de producción y empacado del iPhone 13.

Todo apunta a que poco a poco las cosas volverán a la normalidad, pero el siguiente trimestre es un hecho que será complejo para Apple.

FayerWayer

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