Veracruz, Ver.-Campos de la localidad Rancho del Padre, perteneciente al municipio de Medellín de Bravo, se visten de amarillo y morado por la presencia de las flores de cempasúchil y moco de pavo, las cuales anuncian la proximidad de la celebración del Día de Muertos.

Salvador Carvajal Cortés es uno de los tres productores que siembran la flor moco de pavo en la localidad, ubicada a aproximadamente 18 kilómetros de la ciudad de Veracruz.

Carvajal Cortés refiere que la flor, utilizada para adornar los altares de muertos y para llevar al campo santo, comenzó a sembrarla hace 12 años.

El proceso para la producción de la flor moco de pavo inicia en julio con la siembra de las semillas.

Una vez que las matas alcanzan una altura de unos 20 centímetros se siembran en el terreno donde crecerá los meses siguientes.

“De ahí nada más se limpia, como tengo yunta la cultivo con los bueyes y ya queda limpia”, detalla el hombre de 77 años de edad, quien toda su vida se ha dedicado al campo, sembrando maíz y frijol de la calidad Jamapa.

Don Salvador considera que la producción de la flor moco de pavo será mejor en este 2021 en comparación con la del año pasado debido a las lluvias que se registraron en las semanas recientes, las cuales favorecieron el crecimiento de las matas, las cuales alcanzaron una altura de un metro y 70 centímetros.

El productor rural estimó que el corte de la flor moco de pavo lo realizará a partir del 28 de octubre, tiempo en el cual espera que aparezcan vendedores interesados en la producción, tanto de Medellín de Bravo como de la ciudad de Veracruz, los cuales ofrecerán los ramos en los mercados y cementerios.

Carvajal Cortés confió en que la producción de la flor moco de pavo se venda al 100 por ciento, ya que habrá municipios en donde habrá acceso a los panteones en el Día de Muertos.

“Por rollo a 50, 60 pesos, depende, los rollos son como de 15 plantas, depende de cómo estén las plantas; el año pasado creímos que no se iba a vender y se vendió toda, esperemos que se venda; aquí viene la gente a comprarla, de aquí de la ranchería como saben que la vendo, algunos vienen para revender”, agregó.

Don Salvador aseguró que sus hijos y sus nietos, como Elías, de unos 10 años de edad, colaboran en la siembra de la flor moco de pavo y lo continuará haciendo mientras tenga vida.

“Ya saben hacerlo”, resalta el hombre del campo, orgulloso de que el proceso de siembra de esta flor pasó a las nuevas generaciones de su familia.

AVC/José Juan García

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