El pasado domingo 27 de febrero, el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, se reunió en la Ciudad de México con el resto de mandatarios estatales emanados de Morena, para adherirse al llamado Acuerdo Nacional por la Democracia, con el que se comprometieron públicamente a no intervenir en el proceso electoral ni en las elecciones del próximo 6 de junio, a no utilizar los recursos públicos ni el poder del Estado para favorecer a los candidatos de su partido político.

Sin embargo, considero que se trata de un acto demagógico y de una farsa, que hasta pudiera calificarse como una acción perversa con la que pretenden esconder sus verdaderas intensiones injerencistas, porque no solo es falso que no van ha intervenir, en realidad ya lo han venido haciendo desde hace tiempo.

El gobierno de Cuitláhuac García, intentó una reforma electoral el año pasado que finalmente fue desechada por la Suprema Corte de Justicia, con la que pretendía recortar el presupuesto a los partidos políticos, para restarles capacidad de acción y se suprimían los consejos municipales del OPLE y el programa de resultados preliminares (PREP), con lo la finalidad de obstruir la facultad del órgano electoral para realizar el conteo de los votos el día de la elección, haciendo más fácil para el gobierno orquestar un fraude electoral.

La reforma electoral proponía también, impedir que el gobernador se sometiera a la consulta de revocación de mandato, por miedo a perder el cargo antes de cumplir los 6 años de gobierno, contraviniendo la Constitución de la República y al discurso del propio presidente López Obrador.

Por otro lado, diversos funcionarios del Gobierno de Veracruz han desplegado una campaña para reprimir a los opositores. Se sabe que han amenazado a más de 90 alcaldes de oposición con fabricarles delitos si se niegan a apoyar a los candidatos de Morena en sus respectivos municipios. Además, de las agresiones a organizaciones sociales, como el Movimiento Antorchista y a otros sectores de la sociedad civil.

Por si fuera poco, el presidente de la República utiliza sus conferencias mañaneras para atacar y descalificar a sus opositores y al Instituto Nacional Electoral; con los programas sociales, los Servidores de la Nación realizan activismo a favor de Morena y amenazan a la población con quitarles los apoyos en caso de no votar por este partido. Y también están aprovechando las vacunas contra el covid-19 para realizar proselitismo electoral.

Por ello, los ciudadanos debemos estar muy atentos y vigilantes para denunciar todas las acciones en las que el gobierno pretenda utilizar los recursos públicos y las instituciones del Estado para favorecer a algún partido político y a sus candidatos, pues esto atenta en contra la vida democrática del país. Hago un llamado a los mexicanos de bien no que no deben permitir que les compren la conciencia con los recursos que provienen de los propios impuestos que pagamos entre todos.

Samuel Aguirre Ochoa.