Prefacio.

México acumula 616 mil 894 contagios de Covid-19, así como 66 mil 329 fallecimientos desde el inicio de la epidemia. *** De acuerdo con la Secretaría de Salud, 5 mil 937 personas tuvieron un resultado positivo a la prueba de Covid-19 en las últimas 24 horas, además de que la red hospitalaria reportó 513 nuevos decesos. El director de Epidemiología de la Secretaría de Salud, José Luis Alomia, explicó que si bien se tienen confirmados 616 mil 894 contagios, los casos estimados podrían llegar a 650 mil 558. *** El funcionario expuso que de las 31 mil 547 camas generales para pacientes graves con coronavirus, el 34% (10 mil 762) se encuentran ocupadas en todo el país. *** Las entidades con mayor ocupación de esos espacios en hospitales públicos son: Nuevo León (57%), Nayarit (57%), Colima (52%), Hidalgo (50%), Ciudad de México (47%), Coahuila (41%), Michoacán (40%), Estado de México (39%) y Veracruz (38%). *** En tanto, de las 10 mil 536 camas con ventilador mecánico para pacientes críticos, el 29% se encuentran ocupadas. Las entidades con mayor ocupación de esos espacios en hospitales públicos son: Nuevo León (61%), Aguascalientes (49%), Colima (44%),

Ciudad de México (41%), Puebla (37%), San Luis Potosí (36%), Baja California (35%), Durango (33%), Zacatecas (32%) y Veracruz (32%).

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La noche del miércoles, apenas minutos después de que esta columna fuera distribuida a los medios de comunicación que la reproducen, llegó hasta mi correo una copia de las aclaraciones que hace la contadora Alba Magaña Ávalos al portal “Libertad Bajo Palabra”, y su exigencia de que se publique en uso de su “derecho de réplica”.

La aludida abre su pliego de aclaraciones afirmando que no sólo ella, sino todos los “servidores públicos y trabajadores” del IPE y de la Operadora de Hoteles Xalapa-Chachalacas, desde el inicio de la presente administración se han conducido “de acuerdo con los lineamientos”.

En la columna dedicada al comportamiento de los cuadros directivos del Hotel Xalapa (hotel que es propiedad de los empleados del gobierno estatal) y en el agregado publicado al día siguiente, se hace notar la actitud prepotente, agresiva y déspota de quien hizo llegar esta réplica.

Estoy seguro de que esas actitudes no corresponden a “los lineamientos que marca el propio Instituto y la Operadora de Hoteles Xalapa Chachalacas”.

En su segunda aclaración afirma que “en ningún momento se han organizado fiestas en el Gran Hotel Xalapa, pues éste se encuentra en estricto cumplimiento de todas y cada una de las medidas sanitarias impuestas por las autoridades de salud”.

Al margen de que deja entrever que, de no existir las limitaciones por la contingencia de salud, sí estaría dispuesta a realizar “fiestas” en las instalaciones del hotel, en realidad no rechaza –aunque tampoco confirma- que haya utilizado en varias ocasiones alguna de las villas con las que cuenta ese prestigiado hotel para departir con sus invitados.

Niega “rotunda y categóricamente” que se realicen fiestas “que se prolongan hasta altas horas de la madrugada y mucho menos que se realicen consumos de alimento, hospedaje, servicio de meseros, seguridad y personal de limpieza omitiendo el pago de los mismos” y advierte que “no existe evidencia que confirme las aseveraciones” hechas en esta columna.

Ocupa gran parte de su “desmentido” a detallar las medidas que ese hotel -como todos los hoteles del estado y del país- ha tomado para evitar la proliferación del coronavirus Covid-19, tema totalmente ajeno a la columna.

Dice que no hay evidencias, pero tampoco tiene forma de demostrar su versión. Lo plasmado en esta columna es el producto de, no una, sino varias versiones emitidas por trabajadores de ese hotel, algunos de los cuales han reportado que sufren un mayor acoso a partir de la publicación, pues una “investigación interna” ha arrojado como resultado la conformación de una “lista negra” en la que aparecen empleados, exempleados e, incluso, algunos clientes del hotel, a quienes se las atribuye la responsabilidad de lo aquí plasmado.

En su aclaración, Alba Magaña no hace referencia alguna al severo llamado de atención (“regañiza”, dirían algunos) que recibió por parte de la directora del Instituto de Pensiones del Estado (IPE) Daniela Griego, quien por su parte intentó “reparar el daño”, difundiendo entrevistas entre algunos medios de comunicación para hablar de los “avances” en su gesión al frente del IPE.

Por supuesto que no me voy a atribuir ningún mérito en ello, pero casualmente coincidió la exposición de los problemas que vive actualmente el Hotel Xalapa, con el anuncio del gobernador Cuitláhuac García en el sentido de que nadie de su equipo de trabajo (Daniela Griego forma parte de él) saldrá en busca de un cargo de elección popular el próximo año, con lo que las aspiraciones a la alcaldía de Xalapa, por parte de la titular del IPE, tendrán que dejarse para otro momento.

La recomendación a la contadora Alba Magaña es que modere su carácter, que deje de buscar “culpables” y que trabaje en el diseño de mecanismos para fortalecer la situación financiera de los hoteles del IPE, pero mecanismos distintos a la fallida fórmula de tratar con la punta del pie a los empleados y despedir a quienes no se dejan humillar.

No debe perder de vista lo expresado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, respecto a la situación de los trabajadores al servicio del estado: “No se va a despedir a ninguno, los ajustes por austeridad se hacen arriba, no con los trabajadores”.

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Epílogo.

Qué bueno que la Fiscalía General del Estado (FGE) conozca las razones de los más recientes crímenes registrados en la entidad. En referencia a dos homicidios ocurridos en la colonia Culturas Mexicanas de Xalapa, la titular de la FGE, Verónica Hernández, explicó que se trató de una riña entre narcomenudistas y consumidores de droga. *** Ya sabemos porqué, ahora falta saber quiénes fueron los responsables y que sean presentados ante un juez para que paguen por sus crímenes. ¿O no es ese, acaso, su trabajo? *** Este día el gobernador Cuitláhuac García afirmó que se acabaron los tiempos en los que se ocupaban los cargos públicos para hacerse más populares y luego buscar un puesto de elección popular. Anunció que ninguno de sus colaboradores más cercanos -los titulares de las dependencias, subsecretario o directores- podrá irse a hacer campaña. *** “Les pedí que el compromiso adquirido es de seis años, ningún secretario, subsecretario hasta director general podrá irse de campaña, les pedí que no me fueran a pedir licencia o renuncia a su cargo porque se iban a ir de candidatos”. *** Son varios los que tuvieron que desempacar y colocar todo una vez más en sus oficinas, pues por el momento no hay permisos: “Eso se hacía antes, venían a ocupar un cargo para obtener presencia estatal, un lugar en los medios, hacerse más populares y después renunciar al cargo para irse a otro”.

filivargas@nullgmail.com