Hasta ahora no hay una explicación lógica a la aversión que tiene el morenismo por la educación y el conocimiento; sin embargo, el desdén presidencial por la ciencia y la cultura, una contrarreforma educativa, el perfil de una clase política en pobreza extrema intelectual y el estereotipo de simpatizantes ignorantes y contestatarios lo confirman.

López Obrador ha logrado alimentar prejuicios muy primitivos en contra de una clase política corrupta –en este caso hasta justificados-, pero los ha extendido al patrimonio y el conocimiento. Así, ve la riqueza como algo inmoral y promotor de la violencia –“nadie secuestra a un pobre”- y a la educación como el germen de la corrupción –“los que van a estudiar al extranjero son los que más daño le han hecho al país, son los que supuestamente tienen más conocimiento”. Generalizaciones que sólo han alimentado la polarización social.

En un proceso de mimetización, el oscurantismo ha llegado al Colegio de Veracruz. La presunción de corrupción, el manejo discrecional de los recursos de la institución y su arrogante autonomía impulsaron a los “transformadores” del cuatroteísmo a desmembrarla, robarle su autonomía y fundar una escuela de cuadros apegada a los principios ideológicos del lopezobradorismo.

Si la cercanía del anterior rector, Eugenio Vázquez Muñoz, con el ex Gobernador Javier Duarte le permitió impulsar reformas a la ley para convertirse en el primer Rector del Colegio, fue otra reforma de ley la que lo expulsó del paraíso, convirtiendo al Colver en un apéndice más de la Secretaría de Educación.

Sobre los cimientos que dejaron sus primeros directores, los reconocidos juristas Dr. Francisco Berlín Valenzuela, el maestro y ex magistrado Ignacio González Rebolledo y el Dr. Jesús López González, profesor, investigador y diplomático, el Colegio creció en el rectorado de Vázquez Muñoz, amplió su matrícula y oferta educativa y se afianzó como un centro de investigación con reconocimiento en el Padrón Nacional de Excelencia y el Sistema Nacional de Investigadores del CONACYT.

Sin embargo, un error de cálculo le costó el puesto a Eugenio Vázquez. A días de cumplir su primer periodo como Rector –lo que abría la puerta a su reelección a pesar de haber fungido como Director General durante cuatro años-, celebró anticipadamente lo que suponía sería la prolongación de su Rectoría y una concesión política a su autonomía. Desestimó que al morenismo le faltan perfiles pero le sobran activistas de engañoso plumaje en busca de posiciones políticas. Murió en la víspera.

Y entonces vino la reforma a la ley que canceló la autonomía del Colver, la sectorizó al mando de la SEV y convirtió al Rector en un Secretario Técnico de la Junta de Gobierno que hoy preside el Gobernador del Estado, donde tiene derecho a voz pero no a voto. Con su nueva estructura, el mandatario en turno puede remover libremente y en cualquier momento al Secretario Técnico con funciones de Rector, lo que compromete su calidad académica, libertad de cátedra y el libre pensamiento, al tiempo que convierte a la institución en una verdadera agencia de colocaciones.

En este contexto se dio la llegada de Mario Raúl Mijares, un trasnochando activista de Morena, como nuevo Secretario Técnico. Antes que revisar la situación académica, su extensión y vinculación universitaria, la plantilla de profesores e investigadores y las condiciones de docencia, la agenda académica se convirtió en una serie de acciones para congraciarse y mostrar a su agradecimiento a quienes lo sacaron de la abigarrada burocracia en la que siempre se desempeñó.

En efecto, Mario Raúl Mijares, tiene los méritos académicos suficientes para ocupar el cargo. Cuenta con Maestrías en Administración Pública y doctorado en Ciencia Política por la UNAM, la máxima Casa de Estudios, donde también fue docente y ex secretario académico en la Coordinación de Administración Pública en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.

Según su currículo, su historia por Veracruz es breve. Fungió como Subdirector en la Oficina del Programa de Gobierno del Estado de Veracruz (1996-1999), así como Coordinador de Investigación y Difusión en el Instituto de Administración Pública de Veracruz (1999-2001) y Director de Vinculación en el Instituto de Capacitación del Estado. En las casi siguientes dos décadas poco se supo de él, al menos no en la trayectoria que ha hecho pública a raíz de su nombramiento. Sin embargo, decidió dejar los blasones en un cajón para entregarse al evangelio del cuatroteísmo desde la academia.

Hoy ha surgido a los medios no por lo que haya hecho en la reconstrucción del Colegio sino por las graves pifias de su ortografía en sus redes sociales –el Colver habré (sic) sus brazos a los jóvenes veracruzanos, para cursar la licenciatura que estudio (sic) el ahora Presidente…-, y por la sistemática denostación del PAN y sus militantes, a quienes en público y en privado llama “malditos”.

La última ocurrencia ha sido convocar a una consulta para decidir el futuro del mural que se encuentra en el edificio que alberga al Colver por considerarlo neoliberal. Más allá de que no se trata del lenguaje y las formas del responsable de un centro de educación e investigación, Mario Raúl Mijares ha convertido al Colegio en un centro de ideologización del lopezobradorismo, como una remembranza al Medioevo académico.

Las del estribo…

  1. ¿Se acabará el Primor? Muchos suponen que es un acuerdo entre Morena y el PRI –entre el Presidente y Alito- podría romperse luego de que este jueves el PT en la Cámara de Diputados amagara con convertirse en la tercera fuerza política y arrebatar al PRI la Presidencia de la Mesa Directiva. Con un “presidimos el año o no presidimos” René Juárez infirió que el PRI no formará parte de la Mesa si no la preside. ¿Pleito de enamorados, crisis matrimonial o divorcio? Corren apuestas.
  2. Experto en juegos pirotécnicos, el Presidente López Obrador ya tiene listo el espectáculo de luces para el 15 de septiembre, no importa que el Zócalo capitalino luzca sólo con antorchas. No se trata de luz y pólvora, sino del anuncio de que convocará la consulta pública para enjuiciar a ex presidentes. ¿Hay mejor manera de entretener al mexicano que en la noche mexicana? Y hay quien sigue pensando que es un ignorante…