Ulises Raymundo Gracida Álvarez, de la Universidad Tecnológica de Michigan, planteó que anualmente se producen 348 millones de toneladas de plástico y se generan 300 millones de toneladas de residuos del mismo, ante este problema una posible solución es la economía circular.

El académico impartió la tarde del viernes 17 de julio la conferencia “Economía circular y residuos plásticos. Un enfoque desde la ingeniería de procesos”, con la cual concluyeron las actividades de las Jornadas Ambientales 2020, organizadas por la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Veracruzana (UV), región Orizaba-Córdoba.

Comentó que hay una gran producción de plásticos, especialmente de botellas para bebidas, las cuales tienen un ciclo corto de vida, esto provoca una acumulación en grandes cantidades de desechos que deriva en problemas ecológicos.

La tasa de reciclaje del plástico es solamente del nueve por ciento a nivel mundial; mientras que en Estados Unidos es de alrededor del 10 por ciento y en México es cerca del ocho por ciento.

En 2015 se estimó que fueron desechadas aproximadamente 4.9 billones de toneladas de plástico, y se espera que esta cantidad incremente a 12 billones de toneladas para 2050.

“Tenemos un grave problema de producción, consumo, generación de residuos y poco reciclaje, ya que los plásticos tienen un mal manejo en los tiraderos, por lo que muchos se filtran en el ambiente.”

Mencionó diversas opciones para reducir la cantidad de residuos plásticos, una de ellas es la economía circular, que consiste en reciclarlos e introducirlos de nueva cuenta al sistema productivo, reduciendo la cantidad de materias primas vírgenes que se necesitan para su elaboración.

“La ventaja es el desplazamiento del uso de materiales vírgenes, se reduce considerablemente el impacto ambiental y permite la creación de un mercado para el reciclaje del plástico.”

A partir de la economía circular, dijo, se buscó un sistema de reciclaje adecuado, uno de ellos es el de la pirólisis: la descomposición química de materia orgánica y otros materiales (como el plástico) causada por el calentamiento a altas temperaturas en ausencia de oxígeno.

“Es una tecnología y recurso importante, la cual representa una ventaja desde el punto ambiental”, destacó.

Para ver su efectividad, mencionó que realizaron un estudio sobre la disponibilidad de residuos plásticos y orgánicos en las tres principales ciudades del país (Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey); hicieron la cuantificación y un estimado sobre la cantidad de combustible que podrían producir y encontraron que en México se producen 24.5 millones de toneladas de residuos sólidos al año, los cuales no son reciclados, entre ellos la madera, el papel, el cartón, los desechos de la agricultura y los plásticos (juntos suman 10 millones de toneladas).

“Con todos ellos se podrían producir cuatro millones de combustibles para suplir el 7.1 por ciento de la demanda anual del país.”

Para tratar esta cantidad de residuos, decidieron aplicar la idea de la pirólisis a través del desarrollo de una planta para procesar los residuos de polietileno, con una temperatura de reacción de 650 grados centígrados, además de ser importante la molienda y la reducción del tamaño del plástico.

Una de las conclusiones de este proyecto, indicó, es saber que pueden producir energía a partir de los residuos sólidos municipales, que pueden acercarse a suplir cerca del 10 por ciento de la demanda anual de combustibles del país.

UV/Paola Cortés