Para Karen y Víctor enfrentar el miedo y la ansiedad de estar en un área de Covid-19, es de lo más difícil que han enfrentado. Ha puesto a prueba su vocación y les ha dejado lecciones difíciles de olvidar.

En el día internacional de la enfermera, narran para AVCNoticias, cómo es estar al frente de la batalla en una de las ciudades foco rojo de la pandemia en Veracruz y que al corte de este martes, sumaba 507 casos positivo y 33 muertes por Covid-19.

Karen fue la primera enfermera en entrar a la sala Covid-19 del Hospital General Zona 71 del IMSS en el Puerto de Veracruz, pasó un mes ahí atendiendo hasta siete pacientes diariamente, para ella eso fue una prueba de fuego.

Víctor Ramos es enfermero monitor de seguridad en el mismo hospital y está encargado de que el equipo de sus compañeros médicos y enfermeros no tenga fugas de seguridad y se pueda minimizar el riesgo de contagio.

Tener el equipo de seguridad más de 7 horas genera ansiedad : Karen

Cuando Karen recibió la noticia de estar en el área de Covid-19 , primero sintió miedo, nunca había estado en ninguna contingencia, pero después le enseñaron a portar el equipo de seguridad, y se verificaba que no tuviera fugas, eso le dio confianza.

Una de las cosas más difíciles de la pandemia para ella es enfrentar la ansiedad, de estar más de siete horas con el equipo de seguridad “ Tienes que traer los googles y el cubre bocas, a veces se dificulta respirar , el calor es insoportable y después de mucho tiempo duele la cabeza”.

Karen cuenta que después de varias horas de uso, el equipo deja marcas en la cara, y después de varios días, ya hace una yaga en la nariz y los ojos que no se quita.

También se enfrenta a la ansiedad de quedar contagiada de Covid-19 “ Cualquier síntoma que uno tiene, ya piensa que puede ser Covid, pero trato en enfocarme, de tranquilizarme y estar alerta, para no cometer errores”, dice.

Uno de los momentos complicado para Karen fue enfrentarse a la muerte de una colega del Hospital, la guardia de seguridad que murió por Covid-19. “Cuando me enteré me pegó, no la conocía mucho fuera del hospital, me dio tristeza, la había visto como dos o tres veces, pero sin uniforme no la reconocí”.

Sus días al frente del área de Covid-19 fueron intensos, “Después me acostumbre, vas tomando el hilo de cómo vestirte y ya no te da miedo contagiarte, te vas aprendido los pasos de memoria”.

Karen vive junto con su hermana, quién también es enfermera en otro hospital, juntas han enfrentando la pandemia con medidas de seguridad extremas en su casa. “ Habilitamos un área en la casa para la desinfección, cuando llegamos nos quitamos los uniformes, los zapatos para desinfectarlos”.

Su profesión también la ha obligado a hacer otros sacrificios, como dejar de ver a su familia que vive en otro municipio y a sus amigos más queridos.

Ser enfermera o enfermero en tiempo de pandemia es un reto, porque se enfrentan al riesgo de contagio, pero también a la discriminación.

La recomendación dentro del hospital es no portar el uniforme blanco tradicional en la calle, salir de su casa y del hospital vestido de civil, para evitar ataques, como ha sucedido en otros estados.

Mientras Karen y sus compañeros ven crecer dentro del hospital los casos de Covid-19 y se habilita una nueva área para atenderlos, afuera la gente no deja de salir, lo cual es una desilusión para ellos.

“ A pesar de que todo el gremio médico están poniendo lo mejor, eso nos pega un poco, nosotros estamos arriesgando, tenemos familia y aun así la gente sigue saliendo. Yo espero que la gente tome conciencia pronto y valore el trabajo de médicos y enfermeros”, finaliza Karen.

Cuidarnos entre todos, una lección ante el Covid-19: Víctor

Víctor Ramos es monitor de seguridad en el mismo hospital y está encargado de que el equipo de sus compañeros médicos y enfermeros no tenga fugas de seguridad.

Es enfermero desde hace 15 años, tiene 41 años y es padre de tres hijos adolescentes, cuenta que uno de los momentos más complicados fue recibir la noticia de que estaría designado para el área de Covid- 19 , significaba que su vida podría correr peligro.

El monitor es quien al momento de ingresar al área Covid, debe guiar al personal en el manejo de equipo de seguridad, para que estén seguros durante el ejercicio de su labor se minimice el riesgo de contagio.

“ El punto más triste que he tenido, fue el día que abrieron el covitario en la 71, fuimos del primer equipo en ingresar, ese día hablé con mi esposa y le comenté que estaría en la atención a pacientes contagiados, su reacción fue de un silencio, pero tuvimos fe en que todo saldría bien”, cuenta.

Víctor tiene una labor importante, dice que es el apoyo directo de sus compañeros “ Al llegar a mi servicio, hay que ser positivos, hay que animar a los compañeros, brindarles seguridad, cambio mi uniforme blanco por un uniforme quirúrgico, y te acercas con ellos, les das motivación, debes hacerles sentir que los apoyas y cuidas de ellos”.

Reconoce que el miedo ha formado parte diario de su vivir, pero al mismo tiempo lo mantiene alerta, enfocado y lo ayuda a tener cuidado extremo al realizar sus tareas.

Cuando a Víctor se le pregunta cómo es un día en su vida normal, narra : “ Al estarte vistiendo con el equipo de protección personal, tu mente empieza a generar ideas sobre lo que vas a hacer, cuando te calzas los guantes, cuando te vistes con el overol, cuando te sudan los gogles y no ves. Pero algo dentro de mi automáticamente se activa y sale el enfermero para lo que fui formado, para lo que estudié y para lo que estoy listo cuando tenga que entrar al área Covid-19 ”.

Al estar el área de contagio, dice que el personal aprendió a autocuidarse, a ser más humanos entre los compañeros de trabajo,

“ Hemos logrado sacar adelante a pacientes que parecían irrecuperables, se han ido a su hogar con la sonrisa de haberse curado y de haber sido atendidos como en casa, que por un tiempo fue el IMSS”.

Durante la pandemia reconoce que han visto a compañeros morir, y dice que al principio hubo contagios, pero lograron superarlos con autocuidado.

“También vemos con alegría que nuestro pacientes logran una Victoria, lo que se convierte en propia, pues sabes que fuimos parte con nuestro esfuerzo , dedicación y servicio”, dice.

Víctor es optimista, y aunque la pandemia cambió su vida por completo, lo obligó a extremar precaciones para no contagiar a sus hijos, y lo mantiene alerta, dice que cuanto toda la presión está encima, piensa en que si vale la pena su esfuerzo.

Karen y Víctor reconocen que para ellos el 1 de junio no será igual que para todos. La recuperación de la pandemia será lenta y ellos tendrán que esperar algunos meses más , que bajen los casos y puedan regresar a su vida normal.

¿ Qué es lo que quieren hacer cuánto pase la pandemia?, se les pregunta

– Quiero ir a bailar con mi esposa, tener un tiempo para nosotros- , dice Víctor

Quiero ver a mis amigos, abrazar a mi familia-, responde Karen

AVC/Flavia Morales

También te puede interesar:

HORA LIBRE | Ahued a Aduanas, ¿castigo o merced?