Citlalli Aguilera Lira y Rubí Viveros Contreras, del Centro EcoAlfabetización y Diálogo de Saberes (EcoDiálogo) y del Centro de Investigaciones Biomédicas (CIB) de la Universidad Veracruzana (UV), respectivamente, advirtieron de los impactos desfavorables que ocasiona a la salud y a la conducta alimentaria de las personas –principalmente jóvenes– el uso de Internet, redes sociales y dietas de moda.
Ambas especialistas participaron el lunes 25 de noviembre en el Simposio “Impacto de los factores sociales de la conducta alimentaria en los jóvenes del siglo XXI”, organizado por estudiantes y catedráticas de las experiencias educativas (EE) Psicología de la Salud y Conducta Alimentaria, de la Facultad de Nutrición.
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En este evento, realizado en el Aula Magna de la Unidad de Ciencias de la Salud, se promovió la importancia de dichas temáticas entre la comunidad universitaria y público en general, orientadas hacia una mejora nutricional que evite complicaciones en la salud y enfermedades futuras.
El foro también es una muestra de las actividades desarrolladas y conocimientos adquiridos por los alumnos en estas dos EE, impartidas por Elizabeth Montano Tapia y Nelly L. de Guevara Castillo.
En su plática titulada “Impacto de los medios de comunicación y redes sociales en los trastornos de la conducta alimentaria”, Citlalli Aguilera, conductora del programa La Ensalada, que se transmite a través de Radio UV, dio a conocer que los contenidos de canales de televisión, novelas y redes sociales promueven ciertos rasgos y estereotipos con los cuales las personas tratan de empatizar y compararse.
Es decir, en YouTube, Netflix y otras vías de publicidad, lo que se vende entre la audiencia y los espectadores son productos intangibles como bienestar, amor y amistad, a cambio del consumo de alimentos y bebidas con alto contenido calórico y de grasas, cuyo proceso de elaboración muchas veces provoca gases de efecto invernadero que daña al medio ambiente y acelera el cambio climático.
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Señaló que las personas, sobre todo los jóvenes, suelen adoptar ciertas marcas con tal de obtener beneficios estéticos sin considerar el daño a su salud.
Dijo que en un ambiente obesogénico, ya sea por obesidad o sobrepeso, es común normalizar los excesos de comida o llenarnos para satisfacer una necesidad emocional.
Asimismo, la información que se comparte a través de memes no siempre es la adecuada, pues genera mensajes en el sentido de que comer por comer es sinónimo de felicidad, mientras que las dietas y buenos hábitos propician tristeza.
También la función de los influencers más populares en México se orienta hacia el consumismo por verse bien y bonitas, en el caso de las mujeres.
“Somos lo que queremos y consumimos”, expresó la comunicadora, quien destacó la necesidad de adoptar hábitos y acciones basadas en la agricultura, alimentación y sustentabilidad.
Finalmente, apuntó que la comunicación sobre alimentación y salud deber ser especializada y establecerse una agenda coherente con las necesidades de la audiencia.
Al intervenir en este simposio, donde estuvo Irma Patricia Polanco Medina, directora de la Facultad de Nutrición, Rubí Viveros habló sobre el impacto de las dietas de moda en la salud.
Comentó que en la actualidad se han creado nuevas estrategias dietéticas para mantenernos en un peso saludable, mismas que se han vuelto populares y ampliamente adoptadas.
Sin embargo, se basan principalmente en impresiones personales e informes publicados en libros y revistas, más que en evidencia científica.
Manifestó que se han empleado modelos animales y ensayos clínicos en humanos para estudiar los cambios en la composición corporal y los resultados metabólicos para determinar la dieta más efectiva, pero los estudios presentan muchas limitaciones y deben analizarse cuidadosamente.
UV/ Claudia Peralta