La descomposición de la política y el uso pernicioso de la justicia han provocado que Veracruz se convierta en un estado sin ley. Las cifras abominables de ejecuciones, secuestros y feminicidios, además de hechos indignantes como el múltiple homicidio durante una celebración familiar en Minatitlán sólo han servido para que los actores políticos se revuelquen en la inmundicia de la impunidad.

El nueve de mayo pasado, la Secretaría de Seguridad Pública del estado de Veracruz informó que gracias a la coordinación entre la Policía Federal y las fuerzas de seguridad de Campeche, fue detenido Jesús «N», alias El Lagarto, señalado como uno de los responsables de la matanza de 13 personas en Minatitlán. La detención de El Lagarto ocurrió cuatro días después de que su hermano, Ernesto “N”, El Mingo, señalado de ser distribuidor de droga del CJNG, fuera detenido en una colonia de ese municipio.

En su cuenta de Twitter, @SP_Veracruz, informó entonces que «gracias a una estrecha coordinación entre la @PoliciaFedMx y las Fuerzas de Seguridad de Campeche, se logró la detención de Jesús «N», alias «El Lagarto», uno de los presuntos responsables del ataque en Minatitlán». En ningún momento, las autoridades estatales hicieron referencia a la participación de la Fiscalía General del Estado.

Con la caída de El Lagarto, sumaban tres los responsables de la masacre ocurrida el 19 de abril en el salón de fiestas «Los Potros». Para entonces, ya estaban detenidos Adrián «N», apodado «El Pelón», un empleado de Pemex, quien trabajaba en el complejo petroquímico Pajaritos -acusado de ser el autor material de la matanza-, y Ernesto «N», alias El Mingo.

Sin embargo, este lunes, en medio de una guerra de declaraciones entre Eric Cisneros y Jorge Winckler, nos enteramos que el famoso Lagarto tiene pie y medio fuera de prisión y se nos va al agua.

El Secretario de Gobierno responsabilizó de manera directa a Jorge Winckler, de que El Lagarto pudiera quedar en libertad, algo que parece inminente. Acusó que la Fiscalía aún no ha solicitado orden de aprehensión a un juez –luego de casi dos meses de que fuera detenido- y por tanto, podría quedar en libertad.

“Si este señor llega a salir libre sin ninguna imputación, yo quiero decirle de frente a todos los veracruzanos que hacemos responsable a Jorge Winckler por la falta de Procuración de Justicia”, sostuvo el funcionario estatal. Y lo acusó de algo que supone pero que no ha podido probar: Winckler protege y encubre a este delincuente, autor de hechos violentos en Minatitlán y quien forma parte de la delincuencia organizada.

La misma acusación la había hecho hace algunas semanas el propio Gobernador. Cisneros asegura que “toda la camarilla” de fiscales en el estado de Veracruz son cómplices y responsables de que no exista procuración de justicia en la entidad y por ello los delincuentes continúan operando, sin embargo, no ha presentado denuncia alguna.

Por ello, la respuesta del Fiscal resultó relativamente fácil, aunque ello no lo salva de la hoguera de su responsabilidad: el crimen sigue impune y la Fiscalía a su cargo no ha resuelto el trágico evento que estremeció al país entero.

Winckler reviró que no se ha probado que la persona que está detenida sea la responsable de esos hechos y que hasta el momento sólo han procedido contra una. «Por lo que hace a la persona con el seudónimo de ‘Lagarto’, sé que él está detenido por otro hecho en Campeche, pero no tenemos ningún dato de prueba que haya aportado ni el Secretario de Gobierno, ni el Gobernador, ni el Secretario de Seguridad Pública que lo vincule a estos hechos”, dijo ayer mismo.

Pero si no fue El Lagarto y ya hay otros detenidos por la masacre, entonces señor Fiscal, ¿quiénes son los responsables? Ese es su trabajo, no el del Secretario de Gobierno, por mucho que le gusten los reflectores.

A pesar de las acusaciones en su contra, Winckler Ortiz insistió en que la dependencia a su cargo no tiene motivos para emitir la orden de aprehensión. “Yo les haría un llamado a través de los medios de comunicación para que hoy mismo y de manera pública o conmigo, presentaran y me entregaran las pruebas que tienen para señalar que él es responsable de estos hechos delictivos».

El conflicto entre el Secretario de Gobierno y el Fiscal del Estado sigue haciendo mucho daño a Veracruz. En la liberación de El Lagarto, ambos tendrían al menos responsabilidad política por la disputa personal y el manoseo mediático que han hecho del caso.

Al final sólo prevalece una cosa: la impunidad y la falta de justicia para las víctimas. Ya estarán contentos.

Las del estribo…

  1. No hay actor político que haya tenido tantas facilidades para salir a medios como Javier Duarte. La 4T ve con buenos ojos que se haya puesto un chaleco cargado de dinamita y esté buscando a sus enemigos para hacerse estallar. Una campaña mediática a su disposición y su familia a buen resguardo: al parecer Morena sí le cumplió el compromiso que sus correligionarios no.
  2. En medio de las acusaciones, los danzantes de los 400 pueblos también acusaron a Winckler de proteger a El Lagarto. Son tantas las ansias del Secretario de Gobierno, que hace honor a su nombre: no oculta sus patrocinios.