El corazón de las instituciones son las personas, quienes asistidas por conocimientos precisos, arreglos institucionales correctos y certeros, normas y documentos modernos y funcionales, prestan más y mejores servicios a la sociedad.

Para que haya un buen gobierno, deben trabajar dentro de él, las mejores mujeres y los mejores hombres, personas preparadas, altamente comprometidas con la sociedad, motivadas y dispuestas a generar cambios transformacionales hacia el desarrollo.

Por ello es importante que todo gobernante que aspire a dar buenos resultados a la ciudadanía, deberá, indefectiblemente, conformar equipos de trabajo altamente eficientes y éstos, solo pueden generarse si se contrata a personal competente y capacitado.

La Constitución mexicana y la de Veracruz, dan por hecho que los gobiernos conducen la estrategia del desarrollo y que son ellos los que velan y trabajan por la prosperidad del estado. No obstante, gobernantes y políticos han dejado de ver esta lógica, los resultados están ahí, saltan a la vista y generan una gran inconformidad social.

El cambio de régimen, ha generado una preocupación entre la ciudadanía, que puestos importantes de gobierno están siendo cubiertos por personas sin experiencia cuya actuación, a pocos meses del cambio de poder, ya deja mucho que desear. Estudios serios demuestran que gobiernos con personas sin preparación para ejercer la función pública, pueden causar tanto o más daño que gobiernos a todas luces corruptos.

Esto deja de manifiesto que no basta con cambiar a la gente para enderezar el rumbo extraviado de los gobiernos, llámense federal, estatal o municipales, sino que hay que reemplazarlas por otras realmente preparadas y capacitadas para el puesto. La honestidad, aunque es muy importante en todo gobierno, no garantiza por sí sola que haya buenos resultados.

¿Qué hacer entonces para resolver esta crisis de ausencia de personas preparadas dentro de los gobiernos? ¿Por qué es importante capacitar, motivas y preparar a los servidores públicos? Vienen a mi mente tres frases que dijeron hombres exitosos, especialistas en el mundo del trabajo, que aplicaron en sus instituciones nuevos paradigmas en el manejo de personal y que desecharon el concepto de Departamento de Recursos Humanos para implementar el de la gestión de las personas en el mundo laborar, la Gestión de los Recursos Humanos GRH, que es un tema muy abandonado por los gobiernos que solo se centran en contratar y colocar gente sin gestionarlas de verdad.

Henry Ford que transformó la industria comentaba a sus directivos: “Solo hay algo peor que formar a tus empleados y que se vayan… y es el no formarlos y que se queden”, imagínense dentro del gobierno trabajando a personas no formadas el daño que causan al desarrollo de la sociedad.

Richard Branson, uno de los hombres más exitosos y ricos del mundo, que fundó su primera empresa en Inglaterra a los 16 años, solía decir: “Forma muy bien a la gente para que pueda marcharse y trátala mejor para que no quieran irse”. En mi vida dentro del servicio público escuché a muchos de mis jefes decir que no era bueno capacitar al personal porque con más preparación aspirarían a más y se irían ¿Acaso no se trata de eso la aspiración de cualquier trabajador?

Derek Bok, un reconocido Rector de la Universidad de Harvard, decía a los encargados de contratar personal y a los dueños de las empresas: “Si crees que la formación es cara… prueba con la ignorancia”. Vemos pues tres visiones que nos llevan a tres grandes verdades que todo gobierno debería aplicarse, servidores públicos mal formados, sin motivación e ignorantes le saldrán muy caros a las instituciones.

Existe la percepción de que los nuevos gobiernos no están mirando esto, casi todos los días escucho comentarios en ese tenor, y leemos noticias de que alguien llega a tomar posesión de un encargo público sin tener el perfil para desempeñarlo. Se dice que el primer acto de corrupción es el aceptar un puesto a sabiendas de que no se tienen el conocimiento.

El trabajo de gobernar, el trabajo que realiza un servidor público es el más importante que existe, porque de él depende que deje de haber pobreza, de los servidores públicos depende que haya prosperidad y desarrollo, de ellos depende que haya armonía, paz y cohesión social, de los gobiernos depende la fortaleza de un país o de una región, entonces ¿Por qué poner al frente y a cargo de todos nosotros a personas incapaces, el hecho de que votamos por alguien ¿Le da derecho a hacer su voluntad ya siendo gobierno?

Ni el gobierno, ni el servicio público admiten improvisación, hay que capacitar a todo el personal, la Carta Iberoamericana de la Función Pública CIFP establece estos criterios: a) La preeminencia de las personas para el buen funcionamiento de los servicios públicos, y la necesidad de políticas que garanticen y desarrollen el máximo valor del capital humano disponible por los gobiernos y organizaciones del sector público; b) La profesionalidad de los recursos humanos al servicio de las administraciones públicas, como garantía de la mayor calidad de los servicios públicos prestados a los ciudadanos, y; c) La estabilidad del empleo público y su protección frente a la destitución arbitraria, sin perjuicio de la duración, indefinida o temporal, de la duración que se establezca. Como ven amables lectores, estos nuevos gobernantes tienen mucho por hacer.

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