Con la intervención del secretario de Gobierno, Rogelio Franco Castán, llegaron a su fin las comparecencias en el Congreso local por la glosa del segundo y último Informe de Gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares.

¿Qué de bueno se sacó de ellas? Nada, absolutamente nada. Fueron comparecencias sosas, fofas, anodinas, aburridas y cargadas de mentiras (¡Qué manera de mentir la de estos sujetos!). Cada secretario contó un bonito cuento, dio datos y cifras alejadas de la realidad, aguantó las preguntas y puyas de los diputados y luego se fue a su casa.

Rogelio Franco, estuvo en el mismo tenor, pero hizo algo más. Dijo que el ex gobernador interino Flavino Ríos Alvarado, enfrenta una segunda denuncia penal por el manejo de una “cuenta secreta” de 200 millones de pesos.

Flavino le contestó de inmediato, dijo que esa cuenta se aperturó en 2014 y él llegó a la Secretaría de Gobierno hasta julio del 2015. Que la cuenta no era tan secreta porque estaba inscrita en el Sistema Integral de Administración Financiera del Estado, y servía de apoyo a organizaciones sociales, migrantes y víctimas de delitos de alto impacto, entre otros.

Franco mintió y él lo sabe; no hay tal denuncia. Pero se vio obligado a cumplir la orden de su jefe y darle un último calambrazo a Flavino, porque así de perverso es Yunes Linares.

Si bien es cierto que terminaron las comparecencias de los secretarios, falta la madre de todas ellas. Falta que se presente el Rock Star del bienio.

Hoy jueves le toca al mismísimo gobernador pararse ante los diputados “para finalizar la glosa de su segundo Informe de Gobierno, tal y como lo marca la Constitución”, dice un comunicado.

Aunque la ley lo prohíbe puede que sus achichincles le armen una bonita coreografía con acarreados, aduladores y lambiscones que le hagan valla en el Congreso. Y quizá hasta con alguna “espontanea” que le grite: “¡Hazme un hijo, Miguel Ángel!”.

¿Dirá algo nuevo en su mensaje a la Legislatura? ¿Contestará con verdades las preguntas de los diputados?

No hombre, cómo pasan a creer eso; dejaría de ser Yunes Linares.

Puedo asegurar que su discurso será el mismo que viene repitiendo como tarabilla desde que tomó posesión. Es decir, se centrará en el Veracruz devastado y en quiebra que encontró (lo cual es cierto); saqueado por Duarte y su banda (es verdad). Un Veracruz donde no había para pagar ni la nómina de los trabajadores; un Veracruz sin inversión, sin hospitales, sin medicinas, sin escuelas dignas y lacerado por la violencia incontenible (y tendrá razón).

Pero a horas de terminar su administración deja un Veracruz con más obras en dos años que en los dos sexenios anteriores (habrá que comprobarlo). Deja un Veracruz con más inversión (no es cierto) con más empleo (tampoco), con abasto de medicamentos (no es verdad); con mejores hospitales (sólo en contados casos); con mejores escuelas (fake news, mentira, falacia mayúscula) y sobre todo, deja un Veracruz más seguro y alegre que cuando lo recibió (falso, falso, falso; falsedad total).

La realidad es que este gobierno deja una estela bárbara de ejecutados, feminicidios, secuestros, robos y una endemoniada zozobra. Eso es la cruda e insoslayable verdad.

Reprobado en seguridad, educación, generación de empleos, manejo de la deuda y con una sociedad harta, irritada y hasta el cepillo de tanto problema, Yunes Linares debería pensarlo mejor y abstenerse de ir al Congreso.

¿A qué va?

Sólo a repetir las mismas mentiras.

Carajo, qué ganas de seguir jodiendo.

bernardogup@nullhotmail.com