Este domingo Miguel Ángel Yunes encabezó la última reunión con el Grupo Coordinación Veracruz. Fueron 109 en total y si no alcanzó a completar las 110 es porque el viernes a las doce de la noche dejará de ser gobernador y la carroza se convertirá en calabaza, los pajes en ratones, los corceles en lagartos y el cochero en sapo. Y se habrá terminado la fiesta.

Bueno, su fiesta. Porque a esa hora comenzará una pachanga bien perrona que le tienen preparada los empresarios en la Plaza Lerdo desde donde festejarán su partida.

¿Cuál es el balance de estos dos años?

Yunes se va creyendo sinceramente que la hizo en seguridad. “La incidencia delictiva muestra una disminución sensible en prácticamente todos los delitos”, dijo.

Agregó que de acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Pública, del 1 de enero al 23 de noviembre de este año, los índices delictivos fueron menores que en 2017, su primer año de gobierno.

El dato es cierto. Pero nunca pudo disminuir la inseguridad a niveles más bajos que los de su antecesor y va un dato. En los primeros 23 meses de su gobierno se denunciaron 298 secuestros, es decir, casi un 50 por ciento de los 634 que hubo en los 72 meses del gobierno de Duarte (el dato también es del SNSP).

De acuerdo con esos números, proporcionalmente hubo más secuestros en los dos años de Yunes que en los seis de Duarte.

Lo mismo sucedió con las ejecuciones, feminicidios y robos, donde los números que deja hacen palidecer a los de su odiado enemigo.

No pudo encarcelar a los ladrones del duartismo. A dos días de dejar el cargo nadie los ha sancionado, amonestado y mucho menos inhabilitado para ocupar cargos públicos, admitió el Contralor Ramón Figuerola Piñera.

Las 6 mil 476 cámaras y los 38 arcos carreteros que se supone, serán la parte sustantiva del Sistema Estatal de Videovigilancia, siguen sin funcionar.

Las inaugurará el viernes, se dijo y ojalá así sea. Mientras tanto, los delincuentes se dan vuelo ejecutando, asaltando y secuestrando, frente a unos aparatos tan costosos como inoperantes.

Yunes aseguró que su gobierno no repartió concesiones a transportistas y ningún funcionario cometió actos de corrupción. Pero Elizabeth Martínez Marie, sobrina del titular de la SSP, Jaime Téllez Marie lo está haciendo quedar mal. La joven se irá a su casa con nueve concesiones para taxi adquiridas con el beneplácito de su tío y aprovechado que es la jefa de Recursos Humanos de esa dependencia.

Concesiones, corrupción y nepotismo; todo en una sola persona.

Lo que no tiene abuela son las 6 mil escuelas que deja sin servicios básicos.

Esta falta de atención (o falta de otra cosa), va más allá de lo soez y lo ruin; es un grosero atentado contra la niñez veracruzana que debe considerarse un delito, porque crimen ya lo es.

Pero Yunes piensa que hizo muy buen papel y así lo dijo el domingo. “Lo que hizo nuestro gobierno fue ver al futuro con grandeza; ver a este gran Veracruz con todo el potencial que tiene. Sacar a Veracruz de toda esa imagen terrible que teníamos de corrupción y violencia y llevarlo a otra perspectiva; a la perspectiva de desarrollo, de crecimiento, de paz social y de estabilidad. Este es el Veracruz que entregaré el próximo día 30 de noviembre a las 12 de la noche, teniendo junto a mí el cariño del pueblo veracruzano”.

Se recomienda al gentío que le patentizará ese cariño, llegue temprano a Palacio de Gobierno, el parque Juárez y la Plaza Lerdo. No vaya a ser la de malas que por los tumultos no alcancen lugar.

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