Este miércoles, el presidente electo Andrés Manuel López Obrador se reunió en privado con los directivos de un par de empresas que participan en la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de Ciudad de México en Texcoco, los cuales –contrario a lo que los detractores del tabasqueño habían venido prediciendo– se dijeron dispuestos a colaborar con el nuevo proyecto aeroportuario propuesto por AMLO en la base militar de Santa Lucía.

Uno de los asistentes a la casa de transición fue Guadalupe Philips, directora de ICA, quien a su salida declaró a los reporteros que la reunión con el Presidente electo fue buena. “No entramos a detalle, nada más platicamos de apoyar la decisión, y lo vamos a hacer. Somos contratistas en este país, nos toca trabajar por la infraestructura y lo vamos a hacer. Ese es el mensaje, nosotros queremos apoyar al Presidente electo, al gobierno entrante y lo vamos a hacer”, reiteró.

El otro asistente a la oficina de López Obrador en la colonia Roma fue Alberto Pérez-Jácome Friscione, director de Hermes Infraestructura, empresa que tiene contratos sobre obras en el edificio terminal del aeropuerto, una de las pistas y en el drenaje profundo.

“Venimos a dialogar con el Presidente electo y su equipo sobre las implicaciones de la cancelación del aeropuerto de Texcoco, la decisión que tomó con base en la consulta; venimos a dialogar con ellos para trabajar de forma ordenada”, expresó el hijo del ex senador y ex  diputado federal priista nativo de Coatepec, Dionisio Pérez Jácome.

El representante de Hermes Infraestructura sostuvo que acudían a esta reunión con AMLO en términos “receptivos y de entendimiento”, pero se dijeron confiados en que se respetarán los contratos y el Estado de derecho, precisando que en este primer acercamiento sólo pretendían platicar sobre el caso de Texcoco, y en su momento, estarán atentos a las convocatorias sobre el proyecto de Santa Lucía.

¿Por qué se pusieron flojitos y dispuestos a cooperar? Una versión es que para persuadirlos, López Obrador habría echado mano de los expedientes negros de los contratistas favorecidos desde el sexenio presidencial del panista Vicente Fox hasta el gobierno del priista Enrique Peña Nieto.

En el caso de Alberto Pérez-Jácome –hermano de Dionisio Arturo, ex embajador de México ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) con sede en París, y actualmente representante diplomático ante Canadá, quien como secretario de Comunicaciones y Transportes en el sexenio del presidente Felipe Calderón inició el libramiento de Coatepec cuyo costo final fue de ¡300 millones de pesos!, obra de pésima calidad que coincidentemente desemboca en la casa de su padre en la congregación de El Grande, de ese municipio cafetalero–, sus familiares políticos y consanguíneos no sólo estuvieron involucrados en el escándalo de Oceanografía que protagonizaron los hijastros de Fox Quesada, sino que él mismo fue implicado también este año en la sospechosa triangulación de recursos federales en la que participó un primo del ex candidato del PRI a la Presidencia de la República, José Antonio Meade Kuribreña.

Y es que según documentos dados a conocer a mediados de abril por Chedrauileaks.org muestran que la SAGARPA y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) pagaron entre 7.5 y 10.5 millones de pesos a una empresa procesadora de café en 2014, cuyo comisario recién electo era José Antonio Kuribreña Arbide.

Ambas Secretarías de Estado proporcionaron el dinero a través de un fondo de desarrollo agrícola, FICA AgroPyME, a la empresa Encore Inc, SAPI DE CV, que produce café tostado mexicano con un ingrediente derivado de café, vendido por una empresa norteamericana de Chicago. FICA AgroPyME es administrada por FOCIR, el Fondo de Capitalización e Inversión del Sector Rural, adscrito a la Secretaría de Hacienda.

Meade Kuribreña, coincidentemente, era secretario de Relaciones Exteriores cuando Encore Inc obtuvo financiamiento de Sagarpa y la SHCP. Posteriormente pasó a la Secretaría de Hacienda en 2016 en sustitución de su amigo Luis Videgaray, quien posteriormente fue incorporado a la Cancillería.

Encore Inc. fue originalmente co-fundada en 2004 por Dionisio Arturo Pérez-Jácome Friscione, quien siendo representante permanente de México ante la OCDE, su empresa recibió los pagos de SAGARPA y de la Secretaría de Hacienda. Su hermano Alberto era accionista mayoritario de Encore Inc cuando los accionistas votaron en 2014 a favor de que Kuribreña Arbide llegara a la empresa, así como para emitir acciones a FICA AgroPyME.