Migrantes de origen venezolano han solicitado atención de la Comisión Nacional de Derechos humanos (CNDH) para que se les otorgue el tratamiento antirretroviral que en su país se les niega y cuya carencia les ha obligado a viajar a México, informó Ricardo Hernández Forcada, director del Programa de VIH/SIDA y Derechos Humanos.

Durante la ponencia que presentó en el Ciesas Golfo, con el tema de la migración y el vih, explicó que esta es una situación derivada de que desde hace un año y medio en Venezuela no se han comprado antiretrovirales, tratamiento necesario para la atención de personas portadoras del virus.

Sin embargo, dijo, esta situación no es privativa de migrantes venezolanos, sino incluso personas de Guatemala, El Salvador y otras naciones, que han solicitado atención, sin embargo por las reglas del Estado Mexicano, los tratamientos que pueden otorgarse únicamente son por tres meses.

En la ponencia explicó que han tenido que intervenir, como Comisión Nacional de Derechos Humanos, para exigir que se atienda de una manera más prolongada a migrantes en situaciones de vulnerabilidad mayor, como es el caso de las mujeres embarazadas, pues debido al contexto migratorio no siempre les es posible continuar con su viaje al país de destino, ni regresar a su país de origen por el contexto de pobreza y violencia que enfrentan.

En México se cuenta con uno de los mejores esquemas de atención a personas con vih, pues mediante el Seguro Popular se garantiza el acceso a fármacos antirretrovirales y acceso a medicamentos para enfermedades oportunistas.

Esto no ocurre en otros países, donde los esquemas de salud no cubren los tratamientos o como en Venezuela, han dejado de comprarse, obligando a su población a buscarlos o a pagarlos a precios altos.

Dijo que hasta la oficina a su cargo en la Comisión Nacional de Derechos humanos, han llegado las solicitudes y las quejas de parte de migrantes, a quienes de alguna manera se les ha negado el tratamiento o han encontrado trabas para poder acceder a él.

Según las disposiciones mexicanas, una persona migrante puede acceder al tratamiento antirretroviral por un espacio de tres meses, considerando que México es un país de paso y no de destino para la migración.

Esta es una situación que ha ido cambiando, pues ante las políticas antimigrante de Estados Unidos, grupos numerosos de personas provenientes de centro América y del Caribe pasan por México tratando de llegar al país del norte y al no poder cruzar la frontera se establecen en territorio mexicano, muchas veces sin documentación oficial.

Esta falta de documentos les impide acceder a los tratamientos, por lo que deben solicitar apoyo a las autoridades mexicanas, a través de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, para poder apoyarles en su atención.

Una parte de la migración que es más vulnerable, dijo, son las mujeres, pues siempre enfrentan una situación de discriminación por género, sin embargo cuando están embarazadas y son portadoras del virus, se complica su situación, por lo que deben buscarse nuevos esquemas de atención.

Esto ha ocasionado que incluso se hallan hecho llamados y recomendaciones a la Secretaría de Salud, pues se han negado tratamientos de más de tres meses a embarazadas migrantes, alegando que esto va en detrimento de las mujeres mexicanas, lo cual dijo Hernández Forcada, no puede ser visto así.

Brisa Gómez/Avc