Con los nombramientos que anunció este lunes en Coatzacoalcos y Minatitlán –el del doctor Roberto Ramos Alor como futuro secretario de Salud, y el de Xóchitl Arbesú Lago para la Secretaría de Turismo–, el gobernador electo Cuitláhuac García volvió a dejar en claro que las decisiones las toma y seguirá tomándolas él, aunque sus virtuales colaboradores tengan también estrechos nexos políticos con otros destacados militantes de MORENA o directamente con su líder nacional Andrés Manuel López Obrador.

Pero igualmente reiteró su postura de que ningún aspirante a ocupar un cargo en la próxima administración pública estatal será llamado a colaborar si comete el error de la indiscreción.

Erick Cisneros, Ernesto Pérez Astorga y Xochitl Arbesú, por ejemplo, ya sabían desde el viernes 20 de julio para qué secretarías de despacho los tenía considerados el gobernador electo. Sin embargo, pese a que durante todo este tramo acompañaron a Cuitláhuac a reuniones con sectores vinculados a su próxima función y responsabilidad, los tres mantuvieron un bajo perfil y se condujeron con gran hermetismo hasta que García Jiménez oficializó públicamente sus nombramientos.

Sólo en el caso del doctor Ramos Alor parece haber reconsiderado su decisión el virtual gobernante de MORENA, pues su designación iba a ser anunciada desde hace un mes –el viernes 10 de agosto–, pero una imprudente declaración periodística del ex director del Hospital Regional “Valentín Gómez Farías”, de Coatzacoalcos, parece haber orillado a Cuitláhuac a que pospusiera la nominación.

Y es que como García Jiménez había anticipado desde el 1 de agosto en una entrevista exclusiva concedida a TeleClic, del portal alcalorpolitico.com, que “el siguiente secretario de Salud va a ser un doctor veracruzano, que sea médico y sepa de la administración de un hospital”, adelantando también que dicho nombramiento lo haría nueve días después en el antiguo Puerto México, todo mundo supuso que el elegido sería el afamado neumólogo pediatra muy allegado a la senadora Rocío Nahle, y al que además catalogó como “un hombre valiente”, pues recordó que un año antes había sido  cesado como director del hospital porteño porque se había tomado una fotografía con la entonces diputada federal de MORENA.

Entrevistado sobre su posible nombramiento, Ramos Alor trató de evadir la respuesta argumentando que él era aún “una propuesta”, ya que figuraba en una terna junto con otros tres personajes para encabezar la Secretaría de Salud del estado, sin embargo reveló que ya había recorrido algunas unidades médicas del estado en las que pudo constatar el abandono y desmantelamiento de las instalaciones y estructuras de salud.

¿Qué fue lo que habría hecho reconsiderar a Cuitláhuac para que ratificara tres semanas después el nombramiento del galeno sureño? Al parecer el buen concepto que tiene de él, pues cuando refirió que fue cesado por fotografiarse con su ex compañera ex diputada Rocío Nahle, elogió que Ramos “mantuvo la dignidad, eso habla muy bien de él, no se dejó intimidar  y dijo: ‘yo renuncio antes que pasen sobre mi dignidad’”.

La ‘Judas’ de Minatitlán

Por cierto, la que sigue dando pena ajena después del ridículo que hizo como candidata del Partido Nueva Alianza a la gubernatura, es la diputada local ex morenista Miriam Judith González Sheridan, quien este lunes –aparentemente respirando por la herida– criticó los nombramientos de Roberto Ramos Alor y de su paisana y ex correligionaria Xóchitl Arbesú Lago, a la que sólo le faltó endilgarle hasta los malos olores de las garnacherías de Minatitlán, una ciudad muy perfumada por la industria petroquímica.

¿El golpeteo contra el gobernador electo Cuitláhuac García y sus futuros colaboradores serán de motu proprio o todavía será parte de alguna cláusula del millonario acuerdo que presuntamente convino con quienes la utilizaron en la sucesión estatal de este año para restarle votos al candidato de MORENA, lo que ni siquiera pudo cumplir?

¿Qué futuro político tendría ahora la “Lady Bolsas” si no hubiera traicionado a quienes la hicieron candidata a la diputación local y la sacaron del anonimato y de los pantanos de Minatitlán?

Eva Cadena Sandoval, Sebastián Reyes Arellano y Nicolás de la Cruz, también desertores de MORENA, ¡deben estarse dando de frentazos en la pared!

Se dejaron seducir por el yunismo azul y les falló. Eso sí, a pesar de la rotunda derrota, se mantienen soberbios y arrogantes.

¿Al menos habrán cobrado bien su traición?