La Federación, a través de la Secretaría de Salud, compró cerca de 400 mil pruebas rápidas para la detección del virus de inmunodeficiencia humana para aplicarlas en Veracruz, sin embargo sólo se sabe que la cuarta parte llegó a las jurisdicciones sanitarias para su uso.

Es decir, de tres de cada cuatro pruebas que fueron enviadas a Veracruz, se desconoce cuál fue su destino. Esto no es todo, pues a pesar de que una si alcanzó a llegar a las Jurisdicciones Sanitarias, tampoco se sabe si fueron aplicadas, pues sólo se informa que llegaron.

Esto es de acuerdo con la información proporcionada por el Centro Nacional para la Prevención y el Control del Vih y el Sida (Censida) mediante una solicitud de transparencia, donde se solicitó conocer cuántas de estas pruebas se habían comprado y enviado para su aplicación en Veracruz.

Tras la compra de 70 mil kits de pruebas rápidas defectuosas y sin registro sanitario en 2014 por parte de la Secretaría de Salud de Veracruz, la Federación estuvo enviando insumos de este tipo como parte del programa de Prevención, que busca detectar el virus en las personas que lo portan e iniciar la aplicación del tratamiento antiretroviral, así como contribuir a la prevención de la transmisión hacia otras personas.

De acuerdo con el documento enviado como respuesta de Censida, en 2015 se compraron 62 mil 375 pruebas, con una inversión total de 4 millones 85 mil 552 pesos, con un valor unitario de 65 pesos, los cuales fueron enviados a Veracruz y de acuerdo con el documento esta entrega permanece «sin comprobar su distribución por parte de la entidad federativa», además de que tampoco se comprobó su aplicación.

Una situación similar es la que ocurrió en 2016, donde tampoco se comprobaron su distribución ni su aplicación, pese a que fueron enviadas 140 mil 625 kits por un monto esta vez de 9 millones 210 mil 937 pesos.

En 2017, según Censida, se enviaron a Veracruz 100 mil 550 kits, por un monto de 5 millones 314 mil 57 pesos, de las cuales sólo se sabe que se distribuyeron a las jurisdicciones sanitarias de Veracruz y de aplicación se conoce que llegaron mas no se especifica otro dato sobre las personas a quienes se les practicó.

Ya en 2018, se entregaron a Veracruz apenas la mitad de las pruebas del año anterior, pues la cifra llegó a 55 mil 300, por un monto de 2 millones 156 mil 700 pesos, aunque por estar el año en curso no se sabe si se distribuyeron o si se aplicaron, pues no se han comprobado estas cuestiones.

En Veracruz, durante 2014, se supo por parte del Grupo Multisectorial VIH, que la Secretaría de Salud del Estado adquirió un lote de 70 mil pruebas rápidas para vih, que serían enviadas al programa de Salud Materna, en donde estaban destinadas a la detección de mujeres embarazadas viviendo con el virus para aplicarles el tratamiento y frenar la transmisión vertical.

La Secretaría de Salud, en ese momento, tras comprobar que estas eran defectuosas y que daban resultados equivocados, aseguró que estas serían almacenadas y no se distribuirían, sin embargo, tres años después, durante una verificación que llevó a cabo la Cofepris en la compra de fármacos, descubrió que faltaban 27 mil de las 70 mil y que existía la sospecha de que estas fueron distribuidas y posiblemente aplicadas, por lo que se emitió una alerta sanitaria.

Hasta la fecha no se han dado a conocer de manera oficial por parte del Gobierno del Estado o de la Federación, los resultados de la alerta, que ordenaba la búsqueda de las personas a quienes pudo haberse aplicado dichas pruebas.

Veracruz es el estado con uno de los primeros tres lugares con casos acumulados de vih y de sida, con el segundo lugar en nacimientos de menores con vih por transmisión vertical y con muerte materna de mujeres por Sida.

Brisa Gómez/Avc