Roberto Carlos Martínez Núñez, estudiante de séptimo semestre de la Licenciatura de Danza Contemporánea de la Universidad Veracruzana (UV), obtuvo beca completa para participar en el CAMP-iN 2018, a realizarse del 12 al 16 de diciembre en la ciudad de San Luis Potosí.

El CAMP-iN, como indica su página oficial https://www.camp-in.org, es un encuentro de artes escénicas que promueve la vinculación entre creadores, agentes culturales, estudiantes, talleristas, gestores y profesionistas del arte escénico, con el objetivo de compartir y dialogar sobre el presente diverso y convergente del contexto, en un marco de reflexión.

La iniciativa, integrada por cuatro plataformas ─Creación, Pedagogía, Profesionalización y Reflexión─, busca fortalecer la comunidad artística escénica, desarrollar el mercado cultural mexicano e internacional, generar conocimiento colectivo, promover el cruce de saberes, y sobre todo, seguir colaborando.

Durante las vacaciones de verano, Roberto Carlos participó en una audición para obtener una beca completa para asistir a CAMP-iN 2018 –que se organiza cada año– y una residencia de una semana previa a dicho evento.

La audición abarcó tres días intensos, con actividades que duraron entre cinco y seis horas, la mitad de ellas dedicadas al entrenamiento físico. “El primer día terminé con una ampolla en el pie, lo cual fue molesto en los siguientes días, pero me aferré para obtener la beca”.

En la audición participaron 30 personas, de las cuales sólo ocho obtuvieron la beca que incluye una semana de residencia previa al evento y la asistencia al CAMP-iN.

Al preguntarle qué tan  complicadas son estas pruebas, Carlos Martínez dijo que la dificultad radica en tomar la decisión de registrarse para ser evaluado, pues se trata de un reto personal.

“Participaron personas de diferentes partes, conocidos de algún tiempo, personas que reconozco muy hábiles en lo que hacen y con un excelente nivel; también hubo personas que no conocía, esto hizo muy interesante la audición.”

El CAMP-iN, expresó, es un punto de encuentro y momento donde estudiantes, egresados de danza contemporánea y profesionistas, comparten experiencias y conocimientos a través de sesiones de entrenamiento, funciones y diversas dinámicas.

El universitario comentó que durante el periodo vacacional de verano realizó una residencia de dos semanas en el Centro de Producción de Danza Contemporánea (Ceprodac), impartida por un coreógrafo canadiense invitado.

“Fueron dos semanas muy pesadas a nivel mental, porque fue aprenderse coreografías, convivir con los compañeros –que apenas conoces–, todo esto en un proceso muy corto y rápido a la vez.”

 

Residencias te enfrentan a la realidad laboral

Carlos Martínez dijo que hacer residencias y participar en diferentes audiciones puede ayudar a los estudiantes a proyectar su carrera, al trabajar con gente de diferentes partes del país y del mundo.

“No debemos esperar hasta egresar para hacer presencia y proyectar nuestra carrera, por el contrario, debemos animarnos y aplicar a las convocatorias que se presenten.”

Además, dijo que este tipo de experiencias te enfrentan a la realidad laboral y la preparación profesional que ha recibido en la Facultad de Danza le ha abierto muchas oportunidades, tanto al interior de la escuela como fuera de ella.

“Si pudiéramos hablar de un nivel, diría que la Universidad Veracruzana está en el top de México porque no sólo forma a los universitarios en una cuestión técnica, sino también en el pensamiento, nos inculcan a ser creativos y productivos; el entrenamiento y formación que recibimos va más allá.

”Esta pequeña diferencia hace grandes diferencias afuera, cuando salgo y me enfrento a situaciones un poco más profesionales me siento muy seguro de lo que hago y de las herramientas que tengo para desenvolverme.”

Finalmente, recomendó a los estudiantes de nuevo ingreso esforzarse todos los días para mejorar y alcanzar sus metas, “deben probar y tener confianza en sí mismos al plantarse en un escenario”.

Paola Cortés Pérez/Prensa UV