Orizaba, Ver.- Con pancartas, lonas con rostros de sus hijos impresos, con globos en color blanco y a gritos de “dónde están, dónde están, nuestros hijos dónde están”, esta tarde aproximadamente unas 50 personas salieron de la plazoleta de Santa Gertrudis para exigen la aparición de sus familiares.

Expusieron que este 10 de mayo, las madres que conforman el Colectivo de Búsqueda de Personas Desaparecidas no tienen nada que celebrar y cargan un dolor y una tristeza.

Indicaron que cada año, cada 10 de mayo, la sociedad mexicana se vuelca a las calles para celebrar con doble sentimiento el Día de las Madres y para algunas significa paz porque sabrán al fin donde encontrar a sus hijos.

“Hoy salimos a las calles para recordar a la gente a nuestra gente que esta sociedad no está completa si nos faltan los desaparecidos, sino vuelven a ser abrazados por sus padres, por sus hijos, sus esposo, sus hermanos y sus amigos”

Manifestaron en que no claudicarán, que no se rendirán “aunque las fuerzas mengüen, aunque el dolor sea grande, no, porque el dolor de madre nos impulsa, nos arroja, nos alienta en el camino, ese camino que muchas veces se ha convertido en sinuoso y fangoso, que nos ha llevado a encontrarnos con algunos de nuestros hijos en una cruenta realidad, en las fosas clandestinas, fosas clandestinas que son decenas que están en los municipios que se han convertido en símbolos de la impunidad que devora el paso hacinado de la sociedad”

Los familiares de las personas desaparecidas exigieron a las autoridades un trabajo verdadero, que lleven resultados concretos de justica, “exigimos no solo empatía con nuestros casos, sino rectitud, honradez y efectividad. Exigimos alto a la no revictimización y a las no declaraciones sin fundamento”.

Añadieron que “la exigencia es simple, hagan lo que les corresponde de la manera que les corresponde y que se fundamente en el trabajo nuestro, trabajo lleno de amor y esperanza que ha enlodado nuestras botas, que ha sacado callos en nuestras manos, que ha carcomido nuestra alma en cada ocasión que nos lleva a estar de píe delante de un hueco de tierra tan gran como el hueco que hay en el corazón”.

Manifestaron que “nuestra exigencia no es una utopía, no es un sueño imposible de alcanzar, nuestra exigencia que convoca y beneficia a cada uno de los ciudadanos, ahora más que nunca es una exigencia imperante que debe cumplirse con prontitud”.

“Volvemos alzar la voz y es doloroso porque en el Día de la Madre la lucha por un hijo no termina y una madre nunca olvida”.

Miguel Ángel Contreras Mauss/Avc