Como todos los organismos políticos en este país, Vía Veracruzana nació con el único fin de medrar del presupuesto. Más priistas que el mismo PRI, los miembros de VV han vivido al amparo del gobernador en turno gozando de puestos, canonjías, concesiones y dinero.

Y no vayas a creer lector que Vía Veracruzana es una fuerza política poderosa. No hombre, qué va. Es un grupúsculo de leguleyos acomodaticios y vividores del erario. Pero eso sí, bien maiceados por el PRI a quien le agradecían los favores votando por sus candidatos.

Los presidentes de VV han sido entre otros Ángel Díaz Pedroza, Amadeo Flores Villalba y en la actualidad lo es Mario Tejeda, pero quien desde siempre ha manejado los hilos del organismo es Amadeo Flores Espinosa.

Amadeo comenzó su carrera en el servicio público en 1973 como Agente del Ministerio Público; luego fue Sub jefe de Averiguaciones Previas y más adelante Magistrado Presidente del Tribunal Fiscal del Estado, además de titular de la Dirección General de Seguridad Pública.

Desde entonces, el PRI lo tuvo entre sus consentidos porque lo hizo diputado local dos veces; Secretario de Gobierno con Agustín Acosta Lagunes; diputado federal; Procurador de Justicia con Javier Duarte y Director General de Desarrollo Agrario en la Sedatu.

Fue presidente de la Fundación Colosio en Veracruz; delegado del PRI en todos los distritos locales y delegado del partido en el estado de Guerrero.

Y por si eso fuera poco, fue Secretario General del PRI y líder estatal del partido en dos ocasiones.

Nada mal para este político nativo de Cotaxtla, de 71 años de edad que ha vivido del erario por más de 40 años y siempre en cargos de relevancia.

Pero su dilatada hoja de servicios tiene una mácula. Fue en su segundo periodo como mandamás del tricolor que el partido perdió su hegemonía de más de 80 años en la entidad. Es decir, Amadeo pasará a la historia y será recordado (si alguien se acuerda de él en el futuro), como el hombre que siendo líder del PRI, perdió la gubernatura de Veracruz.

Como Procurador que fue de Javier Duarte, Flores Espinosa tiene cuentas pendientes por presuntas desapariciones forzadas. Y quizá en un intento por evitarse dolores de cabeza, congraciarse con el gobernador en turno o ver qué puede pescar en este río revuelto, ha decidido pasarse al bando de enfrente con la media docena de adeptos que tiene su organización.

Este sábado y en un remedo de “Asamblea Estatal”, Vía Veracruzana anunció su adhesión a la campaña del joven panista Miguel Ángel Yunes Márquez.  Esta adhesión fue disfrazada de bienvenida al candidato del PAN como nuevo miembro de VV, honor que el joven aceptó de muy buena gana.

Y es que en una elección tan cerrada como la que se espera en la entidad, media docena de votos son media docena de votos.

Entre quienes estuvieron en la “Asamblea” destacó la presencia del actual presidente de VV, Mario Tejeda, además de Amadeo Flores Villalva, Rafael Córdoba, Ricardo Olivares Pineda, Fernando Vázquez Maldonado, América Landeros, Carlos Campos y por supuesto la de Amadeo Flores Espinosa, que con este acto traicionó al partido que lo hizo gente.

Sonriente y complaciente, Yunes Márquez se tomó la foto y prometió casi todo al singular grupo de cartuchos quemados que lo que ignoran, es que el candidato les dará una patada en el trasero si llega a la gubernatura.

Y es que Miguel Ángel junior sabe bien que a los traidores hay que tenerlos cerca, apapacharlos, sacarles todo el jugo posible y una vez logrado el objetivo, mandarlos al carajo.

Bien está haciendo el panista en darles coba. Pero que nadie se diga sorprendido si el día de mañana los desprecia y tira al olvido.

El problema para Vía Veracruzana y sobre todo para Amadeo Flores Espinosa, será si gana el PRI.

Como hombre que ha sido del sistema, sabe que el partido lo da todo. Pero cuando se trata de limpiar una afrenta, el PRI no se anda con miramientos y castiga sin piedad a los traidores.

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