Cada tercer día Felipe regresaba a su casa para un cambio de ropa, la mayor parte del tiempo la pasaba en la obra donde era velador de una bodega de materiales, la paga eran 1 mil 200 pesos quincenales, que estiraba para el gasto de su familia.

La bodega ubicada en el fraccionamiento Valle Real de Casas Carpín cerca de la Central de Abastos, ya había sido asaltada en dos ocasiones, pero a él no le había tocado, este jueves fue diferente, Felipe fue asesinado junto a otros tres personas, al parecer para por un robo.

En el interior de la bodega fueron hallados Felipe, su ayudante, y dos guardias de seguridad , el hallazgo lo hicieron albañiles quienes llegaron a sacar herramientas de la bodega.

Su hijo “ Mario” esperó más de tres horas en la incertidumbre afuera de la obra para tener noticias de su padre, se quedó detrás de la cinta amarilla que resguardaba el área, que le indicaban que algo muy malo había pasado.

Relata que lo llamaron a las 7:30 de la mañana, casi corrió hasta el lugar, pero pasaron horas antes de que un agente ministerial le dijera casi en secreto que su padre había sido asesinado, no por arma de fuego, quizá asfixiado, que la tortura no había sido en contra su padre sino contra otros dos guardias de seguridad y que en el lugar encontraron un mensaje.

Contrariado, “Mario” sospecha que los guardias de la empresa de seguridad tenía arreglos con los “malos” y que su padre estaba ahí por equivocación.

A lo lejos pudo reconoció al encargado de la obra, pero este ni siquiera lo volteó a ver, cuando vio pasar la camioneta blanca de Servicios Periciales, los policías le dijeron, ve allá, eran casi las 11 de la mañana.

Avc