El miércoles 17 de enero escribí en mi columna: “Sebastián Reyes Arellano, abogado de profesión, salió de la nada y llegó a una curul plurinominal gracias a la tómbola que organizó Morena para escoger a sus candidatos. Antes de eso al tipo no se le conocía ninguna actividad política”.

Agregué que en febrero renunció a Morena y anduvo como legislador independiente, hasta que los panistas le hablaron bonito al oído y lo incorporaron a sus filas.

También dije que había tenido dos momentos destacados en el Congreso; el primero cuando se encadenó a la tribuna en protesta porque no lo incluyeron en la orden del día, y el segundo, cuando pidió la palabra para anunciar que le habían robado su celular.

Ya como panista, se convirtió en férreo defensor de las políticas implementadas por Miguel Ángel Yunes para combatir la inseguridad y culpó a los medios de magnificar la violencia en la entidad.

Acababan de suceder los enésimos hechos sangrientos en la zona sur cuando Sebastián Reyes comentó a los periodistas: “Ya lo dijo el señor gobernador, la pugna es entre cárteles rivales, la ciudadanía no se queja de esa situación, los que se quejan son los medios de comunicación, y lo digo con todo respeto. Pero la ciudadanía no se ha quejado de la inseguridad. Yo no he escuchado quejas al respecto”.

Para dar más punch a sus palabras agregó que vive en Coatzacoalcos y ve a la ciudad tranquila.

Y ni cómo alegarle a un sujeto con una estrechez de criterio tan marcada.

Pero Reyes Arellano no deja de sorprendernos.

En esta ocasión acaba de anunciar que dentro de unos días “le daremos las gracias al PAN” porque buscará la candidatura a la diputación federal por el Partido Nueva Alianza.

Una de tres: o le hablaron bonito los del Panal; él se quiere apuntar por su cuenta, o es una medida de presión para su aún partido.

Según Sebastián, es el Panal quien le está proponiendo la candidatura con lo que se descarta que ande de ofrecido. Y por lo que se ve está más que puesto para dar el brinco.

Alejado de Morena porque según él le bajaban el dinero de su salario, e inconforme con el PAN porque no lo premiaron con la candidatura a la diputación federal, Reyes Arellano, está por saltar a su tercer partido en menos de 15 meses: “Porque es una organización seria y queremos trabajar con una organización así”.

¡Eso es todo caramba! ¡Que viva la congruencia política!

En lo personal, me importa un pito lo que haga con su vida política. Por mi se puede ir al PRI o regresarse a Morena, lo que no se vale es que utilice su curul tan descaradamente en beneficio personal. Y menos se vale que se permitan estas mariguanadas.

¿Cuántas leyes o proyectos que mejoren la vida de los veracruzanos a enviado este sujeto al Congreso local? ¿Qué ha hecho por los más necesitados de su distrito?

Esto que quizá en otros tiempos provocaría risas mal disimuladas, en la actualidad causa coraje y más por como están las cosas en el Veracruz.

¿Y cómo pedirle a Sebastián Reyes Arellano un poco de vergüenza cuando la desconoce?

Los que deberíamos sentir esa vergüenza somos nosotros que permitimos a estos chaqueteros hacer lo que les plazca cuando (al menos en el papel), les pagamos para que nos sirvan y no para que se despachen a su antojo.

bernardogup@nullhotmail.com