Pacho Viejo, Coatepec.-. La legalización de la detención de 16 policías estatales acusados de desaparición forzada en agravio de 15 personas, no se ha podido concretar.

La continuación de la audiencia inicial en el Penal de Pacho Viejo programada para las 11 de la mañana de este viernes, inició con dos horas de retraso, y después la juez de control, Alma Aleida Sosa Jiménez, decretó un receso para reanudar a las 16:30 de este viernes.

Han pasado más de 16 horas de audiencia, desde el jueves que dio inició, se lograron solo tres legalizaciones, la de Arturo Bermúdez, ex secretario de Seguridad Pública, Roberto González Meza, ex director de la Fuerza Civil, y de Oscar Sánchez Tirado, ex Director de Prevención y Reinserción Social.

Los alegatos de la defensa de los ex mandos policiacos ha retardado el proceso de la audiencia.

La defensa de los 16 policías estatales detenidos anunció que sus defendidos tienen la intención de declarar sobre el contexto en que fueron aprehendidos, por lo que se esperan más horas en esta etapa procesal.

Durante la audiencia se informó que los policías fueron concentrados el martes alrededor de la 7 de la noche en el Cuartel San José, de ahí fueron trasladados al Penal de Pacho Viejo alrededor de las 2 de la mañana del jueves, y fueron presentado en audiencia el jueves alrededor del mediodía.

A los policías junto a los mandos policiacos se le sigue la causa penal 22 /2018.

Después de más de 24 horas, los policías pudieron tener contacto físico con sus familias, pues la juez de control permitió el ingreso por 30 minutos de los familiares quienes llevaron comida y ropa a los detenidos.

Se espera que luego de concretar la legalización de la detención, se inicie el proceso de imputación donde los fiscales podrán detallar el contenido de la carpeta de investigación.

Familiares tardaron más de 40 horas en tener contacto con policías detenidos

Luego de más de 40 horas de angustia, madres, esposas y familiares de los 16 policías estatales detenidos por desaparición forzada, lograron tener contacto físico con los detenidos.

Una a una las familias fueron llegando hasta las afueras del Penal de Pacho Viejo desde el martes en la madrugada, cuando se les notificó de la detención. Son más de 30 personas que se han movido de un lado a otro esperando tener contacto con su familiar.

“A mi marido le dijeron que se presentará que iba a ir al carnaval”, “Mi hijo tenía funciones de administración, no salía a operativos”, “Él no debe nada, si debiera que pague, pero no se vale, lo trataron como delincuente”, es un poco de lo que se puede escuchar por los pasillos y la explanada de la sala de juicio orales han estado de forma permanente.

Los policías fueron detenidos el martes alrededor de las 7.30 en el cuartel de San José, de ahí fueron trasladados al Penal de Pacho Viejo a las dos de la madrugada del jueves, donde se presentaron a la primera audiencia al mediodía, pero no habían podido tener contacto directo con sus familias.

Las mujeres relatan que desde el jueves intentaron ingresar al Penal de Pacho Viejo para llevar comida y ropa a los policías, y aunque pasaron los filtros de revisión de visita, se quedaron esperando una respuesta por varias horas, nunca las dejaron entrar.

La audiencia que inició el jueves al mediodía en la sala de juicios orales 3, lució atiborrada, 19 detenidos, custodios, fiscales, abogados, llenaron los asientos. Los únicos que pudieron entrar en la sala sin objeción fueron los familiares de los tres ex mandos policiacos, Arturo Bermúdez, ex secretario de Seguridad Pública; Roberto González Meza, ex director de la Fuerza civil; y el ex director de Prevención y Reinserción Social, Oscar Sánchez Tirado.

La diferencia es clara, afuera dejaron a la mayoría de los familiares de policías, el pretexto fue que no había cupo en la sala de juicios orales, apenas hubo acceso para tres de ellos.

Este jueves la situación fue similar, el ingreso limitado. Mientras afuera llovía, el ingreso de las familiares de los ex altos mandos fue inmediata, afuera se quedaron los familiares de los policías, tratando de organizarse para lograr unos accesos, y escampando de la lluvia. La negociación fue la entrada de cinco personas.

Durante la legalización de la detención, la juez ordenó la salida de varios policías de la sala de juicios, a una sala contigua, ese fue el primer encuentro. Desde una ventana compartida con el patio, se escuchaban los gritos: “Ahí está mamá”, “Ya lo vi”.

Finalmente, la juez ordenó la entrada. Dio 30 minutos a las familias, las formó en filas y les dio diez minutos para tener contacto directo. El auxiliar de sala recomendó, compren comida para darles, no pueden traer ropa, recuerden que haremos grupos.

Para las familias el encuentro fue un alivio, los abrazos, besos y lágrimas sellaron el encuentro, aunque apenas se les permitieron diez minutos, las familias aprovecharon para hablar sobre los temas claves, el estado de ánimo, y las graves acusaciones por desaparición forzada.

Flavia Morales/Avc