Tlacotalpan, Ver.- «Suelten al toro», «no maltraten al Toro», «cuiden nuestras tradiciones», se escuchaba constantemente en el micrófono mientras los toros paseaban por la calle de Tlacotalpan.

A diferencia de otros años, las brigadas evitaban que los toros fueran dañados, montados y jaladas sus colas.

Las cervezas no volaron contra los semovientes y no les pegaban una y otra vez, ante el pedido constante de las voces que advertían que hacerlo les costaría 15 mil pesos y cárcel.

Pero los toros no se fueron intactos, algunos sobre todo pasados de copas, intentaron golpearlos o jalarles la cola ante lo que se encontraron con la reprobación masiva.

Durante cerca de tres horas, los seis toros sirvieron de diversión a los habitantes y visitantes que llegaron al sitio.

Algunos de los que llegaron pretendían, como otros años, lucirse mientras montaban un toro que intentaba librarse de ellos; pero el temor a que les quitaran la tradición fue mayor entre los presentes quienes repudiaban con gritos y chiflidos al valiente que lo intentara, con lo que evitaban que terminara de montarse.

Los toros corrieron de un lado a otro mientras los que intentaban torearlos portaban las playeras rojas característica de esta fecha y con algunos trapos intentaban hacerla de torero.

Como cada año, las casas y negocios tapearon sus entradas para evitar que llegaran hasta ellos las bestias enojadas ante los embates de la gente.

Y como cada año hicieron negocio, aprovechando el ingreso que genera la fiesta, las personas que venden hasta lo más básico como las entradas al baño que todos requieren al calor de las cervezas y uno que otro líquido.

Ana Alicia Osorio/AVC Noticias