A falta de un mes para que se conozca oficialmente cómo será el nuevo buque insignia de Samsung, los principales «filtradores» del mentidero de internet ya perfilan sus características y prestaciones. El Galaxy S9, nombre con el que se conoce al próximo teléfono móvil inteligente de la firma surcoreana, puede dar un importante salto en su apartado fotográfico y apostar por una tecnología de reconocimiento de huellas dactilares ubicado en la propia pantalla.

Los rumores y filtraciones que se han aireado recientemente apuntan a que el dispositivo contará con una cámara doble similar a la estrenada por el Note 8 el pasado año. Un concepto que se ha potenciado en el último año como sinónimo de gran calidad de imagen, aunque no necesariamente implica que se logren mejores fotografías. El éxito del Pixel 2 XL ha sido, precisamente, demostrar su capacidad de captar buenas imágenes y jugar con la profundidad de campo con una sola lente, todo procesado por software.

La idea que más fuerza cobra es que el Galaxy S9 disponga de un objetivo más luminoso (F1.5) y con estabilizador óptico de imagen. Una decisión que, además de mejorar las técnicas de cálculo y procesamiento, permitirá en teoría obtener imágenes espectaculares. Aunque por el momento no se ha hecho oficial, según adelantaba recientemente Evan Blass -analista conocido por sus continuos aciertos en los lanzamientos del sector- el dispositivo se presentará oficialmente el 26 de febrero en Barcelona en el marco de la próxima edición del Congreso Mundial de Móviles.

Otro aspecto que se ha manejado en los últimos días es que el dispositivo permitirá grabar video en cámara súper lenta con una resolución Full HD (1.080 p.) y a 480 fotogramas por segundo. Para ello, Samsung optará por instalar sensores ISOCELL. Además de estos cambios en materia fotográfica, otros rumores apuntan a que el Galaxy S9 podrá desbloquearse mediante el empleo de huellas dactilares desde la propia pantalla. Ello será posible, según se cree, al apostar por un panel orgánico tipo OLED como los instalados en sus predecesores pero con tecnología llamada Y-OCTA que daría pie a instalar un sensor biométrico.

Una innovación que se asoció a algunos lanzamientos de «smartphones» el pasado año como Apple o la propia Samsung, pero que finalmente no se pudo integrar en sus productos por los continuos fallos que presentaba. Sí ha trascendido por el momento que albergará un chip Exynos 9810de fabricación propia del que se espera, además, forme pareja junto con el Snapdragon 845, de Qualcomm, acompañado de 4 GB de memoria RAM. Fabricado en un proceso de 10 nanómetros.

Con información de ABC.es