«El gober estaba enojado y eso lo llevó

a decir cosas que no pueden ser»

–Chopenjawer

 

Quizás le cayeron mal los «chanchamitos» con champurrado que se chutó el gobernador en Minatitlán, pero algo pasó que salió «enchilado» a dar su discurso.

Ahí, en el «santuario del zopilote» (por el basurero), Yunes Linares llegó bien encabritado para inaugurar el inicio de la obra de la carretera Coatzacoalcos-Minatitlán, que la neta ya está para llorar y bien pal’ perro.

El asunto es que lo que debía ser un inicio de obra que beneficiaría a millones, se convirtió en el reflejo de un berrinche que el mandatario estatal tenía guardado desde este lunes, porque alcaldes de las principales ciudades de la entidad (principalmente los electos de MORENA) lo dejaron plantado en su reunión de seguridad realizada en el puerto de Veracruz.

No bastó con hacer berrinche este lunes y amenazar con que le quitaría la seguridad a las ciudades de los alcaldes electos –para que paguen las consecuencias los ciudadanos por la pataleta infantil del gober– sino que también aprovechó la palestra de hoy para hacer grilla y tratar de quitarse de encima un poquito los reflectores de la violencia que azota el estado (alcaldes, una fiscal y un importante fiscalista, todos ejecutados en su gobierno, en unas cuantas horas).

Desde Mina, el gobernador arremetió contra los presidentes municipales llamándolos «títeres», olvidándose que son autoridades electas aunque le caiga gordo «El Peje» que los lidera.

Con lo que no contaba el mandatario estatal, es que este lunes hubo contestaciones y revires de peso por parte de los mismos alcaldes ausentes, tanto electos como en funciones.

El alcalde electo de Coatza, Víctor Carranza, en un comunicado explicó que su ausencia obedeció a compromisos ya adquiridos: «en mi caso yo ya tenía planeado un viaje por eso no asistí y le pedí de favor al secretario de Gobierno, que me recibió la llamada que derivado de que ya tenía un compromiso le solicité que fuera mi asistente y me lo impidieron, esto quiere decir que no existe voluntad».

El de Xalapa, Hipólito Rodríguez, con elegancia política, y en forma más ecuánime y sensata, recordó al gobernador que es su responsabilidad garantizar la seguridad de los habitantes de esta capital mientras se concreta el regreso de las policías municipales, proceso que –estimó– podría durar entre 8 y 9 meses; es decir, la seguridad seguirá siendo responsabilidad del Gobierno del Estado por lo menos durante el próximo año.

En el mismo sentido, dijo que por cuestiones de salud (una intervención quirúrgica) no pudo acudir a la reunión y que de eso tenía conocimiento el mandatario estatal porque avisó a tiempo a sus colaboradores, particularmente al subsecretario de Gobierno, Antonio Soberanes Shepard.

Quienes también afianzaron las declaraciones del electo de Xalapa, fueron el presidente municipal actual, Américo Zúñiga Martínez, y su vocero Miguel Valera.

Américo, por ejemplo, evitó confrontarse con el mandatario estatal y sutilmente le dio una cátedra de manejo y civilidad política al subrayar que «la sociedad reclama seguridad y nosotros como gobierno estamos obligados a cumplir, por ello no vamos a caer en ningún tipo de polémica estéril que pudiera ser aprovechada y buscada por la delincuencia, quienes quieren vernos divididos (…) Por eso no queremos caer en provocaciones y buscamos utilizar el instrumento del diálogo, la comunicación y la buena política para retomar este tema y avanzar».

Valera, por su parte –ahora sí se puso a chambear– puntualmente contestó al mandatario: «Me llama la atención, primero, porque no se puede quitar lo que no se ha dado (ya hasta a don Ernesto Aguilar Yarmuch le robaron una paila de acero de su restaurante de Las Trancas) y segundo, en Xalapa el Cabildo ya autorizó la creación de la policía municipal, a solicitud expresa del jefe del Ejecutivo, en una reunión donde estuvieron los dos alcaldes ahora acusados». La aprobación del Cabildo fue el pasado 16 de octubre, exhibiendo con esta respuesta la visceral postura del titular del Ejecutivo.

Prosigue Valera: «El otro tema que me salta a la vista es la flaca memoria del Gobernador (que es un mal de todos los seres humanos) porque el pasado 07 de abril de 2017, en un evento celebrado en Palacio Municipal, cuando el alcalde Américo Zúñiga le entregó al Estado casi 26 millones de pesos de recursos municipales y del FORTASEG 2016 en equipo tecnológico y herramientas para los policías, el mandatario estatal reconoció el compromiso del alcalde y del Ayuntamiento de Xalapa por la seguridad».

Quizás sin ponerse de acuerdo, pero el mensaje de todos fue claro: el que gobierna en Veracruz es él; no los de MORENA, que apenas van a entrar; o Américo, que ya va de salida y ha cumplido con los caprichos del gobernador.

Decir cosas que no pueden ser, como quitarle seguridad a Xalapa, es –creemos– una verdadera falacia. Dentro del sistema todos saben que el jefe de la Policía en un lugar, de facto, es el gobernador.

Pero Yunes Linares ya debe entender que ese tipo de actos histriónicos, esas cortinas de humo endebles, sólo sirven para perder el tiempo: ya nadie se las compra. Ni sus fanáticos pagados en el Feisbuc.

«Moisés», chingao… ¡Qué coraje!

El señor indigente deambulaba con su báculo de palo y algunos costales de plástico en calles de la Santa Clara o del centro de Minatitlán.

Muchos lo recordamos desde chamacos; lo vimos haciendo plaza en el parque dedicado a las madres, que no tiene ni un triste árbol para sombra. Otros lo vimos en el mercado «Pino Suárez», a la orilla de la banqueta, pegado a un muro vacío.

Estaba siempre solo; no se veía que empinara una «pachita», se inyectara heroína, inhalara coca o quemara mota. Menos crack. Lo único que hacía era caminar en círculos y hablar sólo, haciendo aspavientos con los brazos o simplemente rascándose los pelos de la barba.

Era de piel blanca, ojos claros. Pelo todo blanco, a veces largo, aunque últimamente ya se lo cortaba. Barba toda blanca, larga, hasta el pecho, que también a veces se rasuraba. Su edad rondaba entre los 70 u 80 años.

Los rumores decían que era de dinero, que era pariente de Jorge Wade, que era un monje, que estaba loco, que era guerrillero, que era un sabio, un investigador, un antropólogo; toda clase de historias en un pueblo imaginativo y muy chismoso.

Pero era él. El viejito, el indigente, «Don SantaClós», el «Moisés», el «Turco», el «Güero», un personaje que todos los minatitlecos lo vimos siempre y era parte del paisaje. Uno de esos que nunca sabremos o entenderemos porqué decidió vivir en la calle, de la limosna, de que alguien le regalara un plato de antojitos istmeños.

Nadie sabe de dónde vino o cómo llegó.

Al señor lo velará el pueblo que lo quería mucho, ahí mismo donde un maldito desalmado hijo de puta le roció gasolina y le prendió fuego.

No merecía morir así…

No se metía con nadie…

Me quedo con la frase de la compañera periodista Marukita Pastrana: «Desgraciadamente él no se dejó ayudar en vida. Porque hubo mucha gente que quería darle una vida digna y él nunca se dejó ayudar… Él era feliz libre».

NOTA PARA PEGAR EN EL REFRI 1.- Que salió peor enviar al diputado Rodrígo García a embarrar con delincuentes a la Fiscal asesinada en Pánuco, territorio donde gobierna su hermano Ricardo y región donde quiere ser cacique su padre. Los hechos son inobjetables e indignantes: asesinaron a sangre fría a una mujer sola, indefensa, desarmada, que llegó a trabajar a su oficina. Qué lamentable que su misma casa mande a criminalizarla.

NOTA PARA PEGAR EN EL REFRI 2.- Comenta la fuente: «¿Tu crees que realmente la tiene segura Pepe Yunes ahora que llega su cuate Meade?»… Explica que al final de cuentas, un economista pragmático elegiría sencillamente al que trae mejores números; que el senador peroteño no está cerca de los tradicionales operadores priistas, ni los ha convocado, pero sí anda con un equipo al que le falta mucho para actualizarse; que aunque todo mundo ya lo ve como candidato automático, nada está escrito… «Sí, pero tiene todas las circunstancias a favor».

NOTA PARA PEGAR EN EL REFRI 3.- ¿De veras resucitaron los «chuleta-mails»? ¿Los mismos correos anónimos que se usaban para denostar a personajes como la hoy diputada Maryjosé Gamboa y que finalmente la encumbraron? ¿Esa es la nueva estrategia del «Gobierno del Cambio»? Por eso están como están, caray. Qué pena.