Tener un buen portafolio es lo que te hará marcar la diferencia entre la competencia y te ayudará a atraer nuevos clientes. En él podrás mostrar todas tus habilidades así como tu experiencia siendo trabajador freelance.

Descubre aquí las claves para encontrar clientes y trabajar desde casa.

A continuación, queremos contarte algunos trucos para que el tuyo sea totalmente original y no parezca una copia de los miles que deben existir, sino que te exponga como un potencial candidato con mucha capacidad.

Mejorar tu portafolio también forma parte de las estrategias de ventas para que logres duplicar tus ventas, y expande tus posibilidades para que seas considerad para esa vacante que tanto deseas. Todo freelance debe contar con un portafolio, como herramienta que lo diferencia del resto y pueda mostrar los resultados de su talento.

Un portafolio bueno se caracteriza por ser brillante, atractivo, útil y con precisión. Pues, debes considerar que muchos de tus posibles clientes y empresas no querrán leer sobre tu experiencia, o tener que lidiar con la formación de muchos profesionales, de quienes en todo caso ya seguro disponen de su información en LinkedIn. Al contrario, desearán verte trabajar y conocer tus niveles de alcance en el área, así como tu capacidad para guiar el negocio, gestionar las redes sociales de su empresa, diseñar logos o crear contenidos.

Estos tips de Gananci te ayudarán a empezar a trabajar como un freelance. ¡Toma nota!

A continuación, te mostraremos una serie de pasos para que consolides un proyecto como freelance que enganche a tu posible empleador y tengas mayor visibilidad entre toda la competencia.

 

7 pasos para que mejores tu portafolio:

 

  1. Exhibe sólo lo mejor: más que mostrar cantidad, recuerda mostrar calidad, y que esta, visualmente, resulte atractiva. Haz destacar aquellos trabajos que te hagan sentir más orgullo, y que hayan sido mejor valorado por tus clientes. Cada cierto tiempo revisa tu portafolio y refréscalo.

 

  1. Ponle números a tus mejores trabajos: trata, en la manera de lo posible de cuantificar tu trabajo. Por ejemplo, no olvides agregar si uno de los diseños de tus anuncios obtuvo mil impresiones, si trabajaste para una revista digital que tuvo miles de visitas, o luego de tu último trabajo lograste aumentar 200.000 seguidores en tus redes sociales.

 

  1. El medio es el mensaje, como decía McLuhan: selecciona la manera más apropiada para llegar a tu público. Por ejemplo, si vas a un evento de networking, que versará sobre marketing digital, lleva tarjetas creativas donde des a conocer tus redes sociales. Pero, si eres un programador, puedes hacer ver tu portafolio como si fuese un videojuego. La forma en la que muestres tu trabajo también hablará de tu personalidad y logrará destacar.

 

  1. Refleja tu personalidad en el portfolio: ten presente que no solamente estás vendiendo unas habilidades, o un producto, sino también parte de tu marca personal. Usa para tu portafolio un vídeo o una infografía, esto te servirá para mostrar tus gustos, tus deseos y tus ambiciones. No trates de vender algo incomprensible, sino un producto por medio de cual el cliente se sienta identificado.

 

  1. Testimonios en primera persona, esenciales: los testimonios son muy importantes, así que recuerda crear encuestas y pide a tus amigos, seguidores y clientes, que te den sus valoraciones sobre tu trabajo. De esta forma también lograrás incrementar tu visibilidad, y mejorar tu reputación.

 

  1. Entrando por los ojos: todo empieza por una simple mirada, por ello debes cuidar la presentación gráfica que hagas en tu portafolio, así como el diseño, el cual debe reflejar tu imagen corporativa. Presta atención a tu logotipo y a los colores, las plantillas de tu agrado, entre otros; todo con la finalidad de animar al cliente a que siga observando.

 

  1. Utiliza palabras clave de tu sector:si estás en el sector como fotógrafo artístico, diseñador de páginas web, o creas contenidos, tu léxico también debe ir en consonancia con ello, como profesional que eres. Trata de escapar de esas frases trilladas que no añaden valor, sino que más bien restan a tu propuesta.