Descubre cuáles son las 7 situaciones clave que paralizan a los emprendedores y aprende cómo hacerle frente a estos miedos con el fin de comenzar tu propio negocio con éxito.

Has tomado la decisión de asumir este desafío: el de emprender. Eso es maravilloso, pero es mejor que tengas en cuenta cuáles son los miedos más comunes entre los emprendedores actuales.

Así, podrás identificarlos cuando te sucedan y estarás preparado para superar todo con éxito.

 

1.Quedar desplazado en una guerra de precios

Más que suceda lo contrario, es muy probable que se desencadene una guerra de precios en el mercado cuando estés comenzando a emprender.

¿Por qué estoy comentando esto? Porque normalmente cuando se empieza un negocio se llevan a cabo una serie de estrategias agresivas con el fin de obtener un lugar en el mercado. Entre ellas, estipular precios más bajos.

Como ahora mismo no te encuentras en esta situación, ten en cuenta lo siguiente si quieres estar preparado y contar con diferentes oportunidades que pueden ser interesantes, como por ejemplo:

  • Dirigirte hacia el público que está siendo desatendido.
  • Aprovechar tu ventaja en los precios mientras la competencia no logra reaccionar.
  • Aportar valor a tu producto o servicio de forma que la diferencia de precios se vea compensada por tener buena calidad.

 

2. Otros emprendedores te copien

Este segundo punto no lo puedes evitar, pero debes tener en cuenta que una buena idea siempre origina a copiones o competidores que quieran ser iguales a nosotros. No obstante, una cosa es contar con una idea y otra muy diferente saber lo que está pensando su creador en todo momento; nunca será igual que tú.

Para que puedas comprender lo que quiero decir, comenzaré pro lo que es más abstracto, el concepto de “idea”. Muchos emprendedores que son jóvenes tienen miedo de llegar a compartir sus pensamientos porque no quieren que se los roben o copien – sobre todo en la fase inicial.

Tienen la sensación de que durante esta etapa su idea es más vulnerable porque no han realizado ningún tipo de acuerdo legal o de regulación que proteja sus pensamientos. Sin embargo, por propia experiencia te digo que es bueno que se lo digas a los demás, ya que las ideas van cambiando y pueden mejorarse. Estas personas te ofrecerán feedback y te harán mejorar más de lo que te pueda parecer.

Focaliza tu atención en la necesidad que estás solventando y en la posibilidad de encontrar más soluciones de las que hay. No debes sentir miedo, en esto está la clave principal. Pueden copiarte la idea pero nunca será igual del todo. Cuando vayas evolucionando y pases de una fase a otra, habrás evolucionado tanto, que esa persona ya no podrá copiarte en nada.

Cuando estés en la segunda fase de emprendimiento, tendrás un producto mínimo viable probado y también un plan de negocios establecido. Si ya estás en este paso es el momento adecuado para proteger tu proyecto a nivel legal.

 

3. Perder el equipo de trabajo

Entiendo perfectamente que te dé miedo este punto, ¡con lo que cuesta formar un buen equipo de trabajo!

Si lo que quieres es que tu equipo y todos sus miembros se identifiquen con el negocio y estén realmente comprometidos, debes hacer que se sientan valorados y recompensados. Deben ser felices y sentirse realizados a nivel profesional.

Si logras averiguar cuál es la fórmula perfecta, ningún miembro de tu equipo querrá dejar la empresa, eso te lo aseguro.

Además, ten en cuenta que valoramos mucho el compaginar la vida profesional con la personal, así que equilibra los incentivos y la retribución, que sea flexible. Haz todo lo que esté en tu mano para que el equipo esté cohesionado y motivado.

 

4. Proveedores incumplidos

Tan solo pensar que no podemos abastecer a nuestros clientes por culpa de nuestros proveedores, ya nos pone los pelos de punta. Ten en cuenta esto y protégete ante esta probable situación. Para ello intenta seleccionar los proveedores más eficaces y mejores de todo el mercado.

¿Cómo saber cuáles son los mejores proveedores? Son aquellos que cumplen con el tiempo que has demandado, con las condiciones de entrega, con el precio estipulado y también con la calidad.

Puedes contar con varios proveedores por si alguno falla, tener otros siempre de repuesto.

 

5. Miedo a arriesgarse

¿Te atreves a soñar? Es la pregunta más importante que deberías hacerte llegados hasta este punto. Soñar no implica que cumplas lo que hemos expuesto, sino que también te atrevas a hacer tu sueño realidad. Si realmente quieres cumplirlo tendrás que arriesgarte siguiendo el “todo o nada”, ya que si no, nunca sabrás qué es lo pudo suceder y te quedarás con la duda.

El hecho de emprender es un riesgo que está siendo asumido. Estás dejando de lado completamente la zona de confort, incluso puedes arriesgar dejar tu empleo estable, el que siempre has tenido y te garantiza un futuro, por comenzar un desafío nuevo que no te reporta ningún tipo de estabilidad.

Si no arriesgas, perderás la oportunidad; perderás la capacidad de cambiar; perderás la posibilidad de aprender; perderás la fortaleza de arriesgarte otra vez y la oportunidad de vencer al miedo.

 

6. Miedo al fracaso

Todas las personas solemos tener miedo al fracaso, sobre todo si estamos comenzando un nuevo proyecto. De hecho, es muy probable que nos encontremos con varias dificultades hasta llegar a la meta. La clave se basa en la interpretación que se le da al fracaso. Si realmente crees que con el fracaso es el fin del mundo, claro que tendrás miedo.

Si, en vez de verlo así, comprendes que es una oportunidad nueva para aprender, crecer y comenzar desde cero, podrá ser una gran fuente de inspiración.

 

7. Espionaje corporativo

Hay un tipo de investigación que no es perjudicial. Trata sobre evaluar qué es lo que hace la competencia, cómo lo hace y qué objetivos alcanza con el fin de buscar algo que sea diferente.

De todas formas, si vas a tener acceso a información confidencial para copiar productos o robar, eso sí sería espionaje ilegal. Por suerte, a día de hoy existen mecanismos de protección intelectual e industrial, como patentes y marcas.

Así que si tienes miedo al espionaje corporativo, asegúrate de proteger tu modelo de negocio por completo.