Para que concluyan las actuales administraciones municipales en Veracruz falta más de un año; sin embargo, estamos a ocho meses de la próxima jornada electoral local, que se llevará a efecto el domingo 4 de junio.

Los alcaldes veracruzanos que sean electos en 2017 permanecerán en el cargo hasta 2021 y podrían ser factores determinantes en la próxima sucesión veracruzana, 2018; ahí radica la importancia de las municipales del año entrante.

El 2018 tiene su escala más cercana en la elección municipal del próximo año y por ello, los grupos políticos han comenzado a prepararse para enfrentar el reto.

En Acción Nacional, por ejemplo, ya dan como un hecho la alianza con el Partido de la Revolución Democrática, PRD, cuya dirigencia estatal parece más preocupada, por el momento, en el reparto de las posiciones en el gobierno que encabezará, a partir del primero de diciembre, Miguel Ángel Yunes Linares.

Como sea, en 2017 la alianza PAN-PRD podría refrendar su primera posición como fuerza política en Veracruz, sobre todo si dicha suma de partidos alcanza la meta de los cien triunfos electorales en próximo año.

En los círculos panista-perredistas se dice que ganar Pánuco, Tantoyuca, Álamo, Tuxpan, Poza Rica, Martínez de la Torre, Veracruz, Boca del Río, Orizaba, Córdoba y Xalapa, ubicaría a dicha coalición a un paso de repetir en triunfo por la gubernatura en las elecciones de 2018, sobre todo si el papel de sus candidatos es decoroso, competitivo, en los lugares que se han convertido en bastión del, Movimiento de Regeneración Nacional, sobre todo el sur de la entidad, con Coatzacoalcos y Minatitlán.

En caso de Morena es similar, dado el vertiginoso avance que ha registrado en Veracruz el partido que lidera Andrés Manuel López Obrador en el ámbito nacional.

Morena cuenta con una fuerte presencia en toda la parte sur de Veracruz, al igual que en la zona de la capital de la entidad y en la región de Los Tuxtlas. La dirigencia y los principales cuadros de dicho partido saben perfectamente que ganar Coatzacoalcos, Minatitlán, Acayucan, Las Choapas, Jáltipan y probablemente Xalapa podría no alcanzarles para convertirse en primera fuerza; sin embargo, ese resultado sería suficiente para desplazar al Revolucionario Institucional, que corre el riesgo de rezagarse hasta la tercera posición, lo que dejaría al tricolor en una situación claramente comprometida en el intento por regresar a Palacio de Gobierno.

Luego del nocaut que le propinó Acción Nacional, el PRI no se podido levantar.

Los principales activos priistas parecen más ocupados, por el momento, en otros temas que en la reorganización de la estructura.

Héctor Yunes, por ejemplo, asumió la Comisión Anticorrupción en el Senado de la República y desde ahí ha enfocado sus baterías contra el gobernador Javier Duarte, de quien ha dicho que no concluirá su encargo porque antes sería detenido. Para Yunes Landa, Duarte de Ochoa tiene un pie en la cárcel y el otro en una cáscara de plátano.

El otro senador priista, José Francisco Yunes Zorrilla, concentra su atención en el tema del paquete económico para el ejercicio fiscal 2017, Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos de la Federación.

Ambos parecen olvidar que si lo que queda de la maquinaria priista no es atendida y aceitada, muy probablemente el PRI registrará una derrota más en 2017, lo que provocaría que se le reduzcan todavía más las probabilidades de éxito electoral en 2018, independientemente del nombre de su abanderado.

Lo peor para el PRI es que luego de la derrota de 2016, de la desgracia en que terminó por convertirse la administración de Javier Duarte, y de la muy fuerte crisis de imagen y credibilidad, el partido parece un cuerpo sin cabeza; sólo hay despojos.

Así las cosas, si no surge una figura que asuma el liderazgo real y articule una estrategia para reposicionar al partido, la lucha en 2017 será entre PAN-PRD y Morena, que relegarían al PRI a una tercera posición sin precedentes en Veracruz.

Alianzas efectivas de Américo Zúñiga

Algo que ha tenido el alcalde xalapeño es ánimo y disposición para sumar apoyos y realizar la mayor cantidad de obra pública para la capital veracruzana, porque esto impacta en el mejoramiento de la calidad de vida de la población.

Una de las fórmulas efectivas que ha instituido la administración municipal es el programa “Juntos por Nuestra Capital” en el que ha sido fundamental la alianza con el grupo Chedraui, pues tan sólo con este grupo empresarial se han construido más de 35 calles en la ciudad.

Precisamente, el Cabildo de Xalapa acaba de autorizar la firma de un nuevo convenio con Alfredo Chedraui Obeso para aceptar una donación de concreto hidráulico que permitirá seguir construyendo nuevas vialidades para Xalapa.

Aquí se demuestra que “la familia está de acuerdo” con el trabajo de Américo y Xalapa también, con el apoyo empresarial que recibe. @luisromero85