Por Bernardo Gutiérrez Parra

Esta semana la Auditoría Superior de la Federación hizo señalamientos sobre las Cuentas Públicas en tres estados del país y uno de ellos es Veracruz donde no cuadran las de dos tercios del sexenio duartista.

La ASF presentó ante la Cámara de Diputados observaciones respecto al ejercicio de más de 13 mil millones de pesos en las Cuentas Públicas del 2011, 2012 y 2013.

Entrevistado al respecto en el puerto de Veracruz, Javier Duarte dijo que su gobierno solventará las observaciones que se hicieron a la Cuenta Pública del 2014.

En relación a los tres años anteriores, el mandatario estatal indicó que ya se trabaja en el tema “y cuando el órgano fiscalizador determina que no está satisfecho con estas explicaciones, pues tiene derecho de presentar denuncias, mismas que hemos venido atendiendo en las instancias correspondientes”.

Que hasta el momento ningún año de su gobierno haya sido aprobado con una estrellita en la frente, habla del desaseo en los fondos públicos y despierta un mundo de sospechas.

En números redondos son 27 mil millones de pesos los que no empatan en las Cuentas Públicas: 13 mil millones del 2011 al 2013, y 14 mil millones del 2104, lo que pone a nuestro estado como el peor calificado en el Índice de Desempeño del Gasto Federalizado.

Es evidente que esto lo sabe el precandidato priista Héctor Yunes Landa, cuando este jueves en Huatusco dijo que sintió vergüenza y explicó porqué.

“Me da vergüenza escuchar en los medios que a Veracruz lo señalen por corrupto. Veracruz no es corrupto. Hay un grupo que sí son rateros y deben ser castigados”, indicó.

Ante los delegados del Distrito 18, Héctor manifestó “Yo quiero decirles que esos funcionarios corruptos deben de ir a la cárcel. La gente está harta que algunos sigan usando el dinero del Gobierno para hacerse millonarios de la noche a la mañana”.

Este discurso lo hemos escuchado desde tiempo inmemorial y de tanto que se repite en estos días, comienza a fastidiar a nuestros hijos.

No hay candidato que no prometa castigo a los corruptos y sobran los que al llegar al poder se olvidan del tema para convertirse también en corruptos.

El problema con Héctor Yunes o con quien resulte gobernador, es que hay ocho millones de veracruzanos que ya no aguantarán un mordisco más a las arcas del erario. Y menos aguantarán que dentro de dos años salga otra comalada de sujetos con las talegas llenas de millones rumbo a algún país europeo.

Ya va siendo hora de dar un golpe de timón lo suficientemente fuerte como para que la ciudadanía vuelva a creer en los candidatos y en sus gobernados.

Urge que cuando antes el PRI se purgue y expuse de sus intestinos a tanto parásito corrupto y saqueador como tiene. Urge que se haga una limpia a conciencia y los eche por el caño.

No es justo y no se vale que los siga apapachando al conque de que son el sostén del sistema. Eso debe cambiar y Veracruz es una excelente oportunidad para hacerlo.

En efecto, nuestro estado no es corrupto. Corruptos son unos cuantos, pero esos pocos son los que han llevado a la miseria a 500 mil veracruzanos, tienen en la pobreza a más de seis millones y en la zozobra al resto de la población.

Si Héctor Yunes no entamba a quienes han saqueado a Veracruz, perderá la oportunidad de su vida de ser un muy buen gobernante. Y esas oportunidades jamás regresan. Nunca, nunca, nunca.

bernardogup@nullhotmail.com