Mientras en el Partido Revolucionario Institucional se dice que la definición de la candidatura al gobierno de Veracruz se registrará a mediados o finales de enero, en un mes, en PAN y PRD las horas cruciales se viven durante estos días.

Entre lunes y martes, 21 y 22 de diciembre, el Comité Ejecutivo Nacional del Sol Azteca podría lanzar un pronunciamiento en torno a la alianza con Acción Nacional en algunas entidades federativas, Puebla, Oaxaca, Tlaxcala y Veracruz entre ellas. Otro escenario posible, según los propios miembros de la dirigencia estatal perredista, llevaría a una definición durante los primeros días del mes próximo.

En el PRD estatal se da como un hecho la alianza con los panistas. Los dirigentes y una abrumadora mayoría de los consejeros del partido que encabeza en Veracruz Rogelio Franco Castán saben que, en no ir en un frente común contra el PRI, sus posibilidades se reducirían de forma dramática.

Saben también que luego de la aparición del Movimiento de Regeneración Nacional, Morena, su base de apoyo se ha vuelto más pequeña. De una elección federal a otra, la pérdida de votos llegó a casi 500 mil sufragios en la entidad.

En el proceso federal de 2012, la alianza entre PRD, PT y Movimiento Ciudadano cosechó en Veracruz más de 795 mil votos, que representaron el 23.14 por ciento del total; tres años después, el Sol Azteca, sin coalición, apenas obtuvo 270 mil, 11 por ciento.

Si bien el PRD mantuvo la única curul que tenía (en 2012 ganó Xalapa, mientras que en 2015 logró la victoria en Poza Rica), ese retroceso en los números encendió los focos de alerta en el perredismo, porque dicho partido pasó de la tercera a la cuarta fuerza política en la entidad.

A partir de ahí comenzó a generarse, al interior del partido, la percepción de que era mejor una alianza con el PAN que una derrota segura.

Por otro lado, Morena y Movimiento Ciudadano ya delinearon su estrategia para 2016 y ésta no incluye una alianza con los partidos de izquierda. El escenario para el PRD se complicaba más todavía: su viejo aliado, el Partido del Trabajo, habría comenzado un acercamiento con el PRI, en lo que se especula como el pago de la factura por no perder el registro.

Por otro lado, las negociaciones entre las dirigencias de PAN y PRD comenzaron a registrar un avance evidente; atrás de ese proceso y de los acuerdos estaba el diputado federal Miguel Ángel Yunes Linares.

PRD, los motivos de la oposición interna

Así las cosas, la alianza entre esos dos partidos no pasa por el tema ideológico porque en ese terreno, el albiazul y el Sol Azteca comparten muy poco; se trata más bien de una suma basada en el más puro pragmatismo; panistas y perredistas veracruzanos saben perfectamente que para propinar al PRI una derrota el año entrante, es más fácil hacerlo juntos que separados.

El Consejo Estatal del PRD, integrado por 256 miembros, ya se pronunció de manera abrumadora: 97 por ciento, a favor de la alianza con el PAN. Sólo 13 consejeros votaron en contra y todos están vinculados o identificados con el grupo de Fredy Ayala, que, por los votos obtenidos, es evidente que sólo mantiene una presencia más bien testimonial en el interior del partido.

Entre los pocos opositores perredistas a la alianza con el PAN destacan el alcalde de Tlacolulan, Raúl Velasco Hernández; la secretaria de Equidad de Género en el comité estatal, Yeimi Dolores Martínez Pantaleón; y la diputada federal plurinominal Karen Orney Ramírez Peralta. En contraparte, prácticamente todo el comité y el consejo político estatal ven con buenos ojos la alianza con los panistas.

Al interior del Partido de la Revolución Democrática se comenta que el fondo de la oposición a la alianza no tiene que ver con la urticaria que le provoca el PAN al grupo de Fredy Ayala, sino con la lucha por una posición por la vía plurinominal.

El reparto de las posiciones

En las negociaciones, el PRD tiene ya en la bolsa 14 de las 30 candidaturas; para Acción Nacional serán 16, al igual que la posición del candidato a gobernador del estado. Dichos acuerdos no suenan mal para un partido, el Sol Azteca, que registra un descenso evidente en su base de simpatizantes y militantes.

En distritos como Tantoyuca, Papantla, Poza Rica, Martínez de la Torre, Xalapa, Zongolica y Coatzacoalcos, la alianza PAN-PRD podría llevar al frente a una propuesta del Sol Azteca, dados los recientes resultados electorales.  Por otro lado, los candidatos por los distritos de Pánuco, Tuxpan, Veracruz, Boca del Río, Coatepec, Córdoba, Orizaba, Huatusco y Cosamaloapan, con seguridad serán panistas.

Hay otras demarcaciones donde tanto PAN como PRD no registraron, en la elección inmediata anterior, una votación que pueda destacarse; es el caso de Cosoleacaque, Acayucan, San Andrés Tuxtla y Minatitlán, donde no todavía no hay una definición.

En la inminente alianza entre panistas y perredistas, lo más interesante ocurrirá en las próximas tres semanas: el aval y el pronunciamiento de las dirigencias nacionales, así como la definición del candidato; en este último punto, los nombres de los posibles abanderados se reducen a dos: Miguel Ángel Yunes Linares y Juan Bueno Torio, con ventaja para el primero. Como sea, cualquiera de los dos podría causarle una indigestión al PRI. @luisromero85