Este martes 10, mientras esperaban el arribo del presidente Enrique Peña Nieto al INECOL, en el municipio de Coatepec, los reporteros entrevistaron sobre diversos temas al diputado Juan Nicolás Callejas Arroyo, pero al referirle lo dicho el domingo pasado en Orizaba por el senador priista Héctor Yunes Landa –el cual afirmó que para la gubernatura de 2016 el PRI va a definir a su candidato por encuestas y que en el partido tricolor sólo “hay de dos sopas”: él y su camarada Pepe Yunes Zorrilla–, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local consideró como una ofensa al priismo veracruzano reducir solamente a esos dos nombres la lista de aspirantes al gobierno de la entidad.

Callejas Arroyo, quien recién delegó el liderazgo del Equipo Político de la Sección 32 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación a su hijo Juan Nicolás Callejas Roldán –mismo que acaba de entregar a su vez al profesor Lázaro Medina Barragán la dirigencia seccional del SNTE, que no sólo es la más numerosa de Veracruz sino de todo el país– se pronunció por esperar a que el Comité Ejecutivo Nacional del PRI expida la convocatoria para elegir a su abanderado.

“En la cuestión de gobernadores es el Consejo Político Nacional del PRI quien establece el mecanismo para la selección de candidatos. Todavía no se ha reunido el Consejo Político, por lo tanto no hay un mecanismo que se pueda decir éste es el que se vaya a usar”, explicó el líder de los diputados priistas y coordinador político del Congreso local, quien dijo que él apoyará el método de elección que decida el máximo órgano del partido tricolor.

A más de uno debió sorprender la declaración de Callejas Arroyo, pues a principios de octubre encabezó a 25 diputados locales del PRI, PVEM y AVE que acudieron a una comida con el senador Pepe Yunes en el rancho San Julián, de Perote, en la que el guía moral de la Sección 32 del SNTE, quien ha sido un importante aliado del priismo en las últimas dos sucesiones gubernamentales –primero en 2004 apoyando la candidatura de Fidel Herrera Beltrán, y luego en 2010 con Javier Duarte de Ochoa–, habría expresado, al agradecerle al senador priista la recepción y la comida, que “el próximo gobernador de Veracruz será Yunes”, aunque tres semanas después, en el programa de televisión por internet, “Polaca a la veracruzana”, aclaró que cualquiera de los Yunes (Héctor, Pepe, Miguel Ángel o uno de los hijos del diputado federal del PAN) “podría ser” el próximo mandatario estatal porque hasta ahorita, dijo, “son ellos los que han mostrado dicha aspiración por sus respectivos partidos”.

Recordó que con todos los Yunes, tanto los del PRI como los del PAN, ha coincidido en la arena legislativa, con algunos en el Congreso de la Unión y con otros en el Congreso local. “Creo en la lucha de las ideas, por lo tanto me respetan y los respeto”, expresó el poderoso líder magisterial, quien explicó su buena relación con ambas familias de políticos priistas y panistas porque “creo en el derecho que cada quien tiene de expresarse, de militar, pero también creo en la oportunidad que nos da la política de hacer amigos”.

Sin embargo, al hablar de los aspirantes de su partido a la gubernatura, Callejas Arroyo declaró en aquella ocasión que para que el PRI sea competitivo en las elecciones de 2016 debe “despojarse de egoísmos” y “hacer una suma de esfuerzos”, acotando que el instituto político en el que milita desde 1966 debe hacer el ejercicio de la unidad, tal como se ha hecho en la organización magisterial que ha liderado en las últimas tres décadas, directamente o a través de su hijo e incondicionales.

Viejo lobo de mar, quien hace un par de años sorteó una fuerte movilización magisterial que repudió la reforma educativa y puso en riesgo su hegemonía sindical, Callejas expuso que el PRI es un partido de ciudadanos con intereses muy diferentes, por lo que reiteró que él cree en la pluralidad y en el equipo político, y aconsejó privilegiar el debate para que éste concluya en un acuerdo.

Y es que sostiene que así como el mundo ha cambiado, la lucha partidista también debe cambiar.

¿Le bajarán a su arrogancia los senadores del PRI o de veras creerán que ellos son los únicos que solos y con sus respectivos grupos pueden retener para el partido tricolor la gubernatura en Veracruz? ¿A poco serán tan ingenuos como para suponer que Miguel Ángel Yunes Linares y el PAN se van a hacer a un lado para dejarles el camino libre, a sabiendas de que el próximo gobernador será el gran operador político en la sucesión presidencial de 2018?

Y es que precisamente ese es el conflicto interno en el PRD, donde algunas corrientes se oponen a ir aliados con Acción Nacional en algunos estados como Veracruz, proponiendo en cambio constituir un frente opositor sólo con partidos de izquierda, con miras a la contienda por la Presidencia de la República dentro de dos años y medio.

A final de cuentas, a eso apostó el grupo gobernante para imponer la reforma electoral que tanto enojó a los senadores y aspirantes priistas a la gubernatura, pues en 2016 se elegirá a un gobernador para un periodo de dos años a fin de homologar la siguiente sucesión gubernamental con la presidencial a partir de 2018. ¿O a poco ya se les olvidó?