De verdad, sigo sorprendido por el alboroto que causó la noticia de que el alcalde de Xalapa, Hipólito Rodríguez, ganará algo así como 62 pesos más al mes que el gobernador Miguel Ángel Yunes.

Mientras que el primero se ha asignado un sueldo de 75 mil pesos –de acuerdo a las facultades que tiene el cabildo-, el mandatario estatal ganará este 2018 un total de 74 mil 938 pesos, de acuerdo al Presupuesto de Egresos autorizado por el Congreso. Se trata sólo de un falso debate que muestra la frivolidad de nuestra clase política y el chismorreo de los medios.

En México hay casi 50 millones de personas a quienes no les alcanza siquiera para comprar cada mes la canasta básica de alimentos, aunque inviertan todo su salario en ello; mientras que del otro lado de la moneda, en este año que inicia, los mexicanos vamos a sufragar sueldos millonarios a los funcionarios y servidores públicos.

Así que para que no se espanten del salario de nuestros personajes –sus ingresos, por supuesto es otra cosa diferente que ya comentaremos más adelante-, ahí les va la lista de lo que cobran anualmente algunos de nuestros ínclitos funcionarios públicos.

Cuatro ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) tendrán un salario de 388 mil 291 pesos, una cifra mucho mayor a la del Ejecutivo Federal. En 2018, estos ministros recibirán 4 millones 659 mil 489 pesos. Para su último año de gobierno, Enrique Peña Nieto tendrá un aumento salarial del 3.75%, pues sus ingresos mensuales serán de 259 mil 628 pesos, lo que representa un ingreso anual de 3 millones 115 mil 531 pesos.

Los 11 consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) tendrán en 2018, año electoral, una remuneración mensual de 249 mil 757 pesos. Esto significa que recibirán un total anual de 2 millones 997 mil 84 pesos cada uno. Este año, los siete miembros de la sala superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) tendrán un salario mensual de 249 mil 423 pesos. Es decir, obtendrán ingresos anuales por 2 millones 993 mil 80 pesos.

El Consejero de la Judicatura Federal (CJF) está presidido por el ministro presidente de la SCJN, quien tiene su propio sueldo. Pero también lo integran otros seis consejeros, quienes en 2018 recibirán 247 mil 510 pesos mensuales. En 2018, los ingresos por salario de esos seis miembros del CJF serán de 2 millones 970 mil 124 pesos. El Consejo de  la Judicatura es el órgano que se encarga de la administración y vigilancia del sistema de justicia en México.

El titular de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) recibirá en 2018 un salario mensual de 246 mil 612 pesos; su ingreso salarial anual será de 2 millones 959 mil 341 pesos. Pero el funcionario que tiene el mayor salario en el Congreso federal no es ningún legislador, sino el secretario general de la Cámara de Diputados; en 2018, este funcionario tendrá un ingreso de 220 mil 776 pesos mensuales y de 2 millones 649 millones 313 pesos anuales.

Lo mismo pasa con el secretario general del Senado, recibirá en 2018 un sueldo mensual de 202 mil 15 pesos, lo que en todo el sumará 2 millones 424 mil 174 pesos. En cambio, los 128 senadores tendrán en 2018 un salario mensual de 164 mil 480 pesos, de acuerdo con el Presupuesto aprobado por el Congreso, es decir, un millón 973 mil pesos de remuneración al año.

Finalmente, en 2018 el salario mensual de los 500 diputados federales integrantes de San Lázaro será de 119 mil 700 pesos, que anualmente representa un millón 436 mil 397 pesos por cada uno. En todos los casos, sin contar con las prerrogativas de vehículo oficial, telefonía celular, vales de gasolina y muchas otras prestaciones que suman a su ingreso bruto.

¿Hace más un diputado federal o local que un gobernador o el presidente municipal de Xalapa? Por supuesto que no.

En México, el salario de los funcionarios públicos siempre ha sido una hipocresía para simular honestidad y transparencia. ¿Acaso un sueldo así alcanza para comprar una casa blanca, un reloj de seis millones de pesos, construir una presa en una propiedad privada o viajar por todo el mundo?

Sólo la burocracia de más bajo nivel vive de lo que gana; ni siquiera aquéllos empleados de medio pelo que por el hecho de prestar un servicio público, tienen la posibilidad de obtener ingresos adicionales –comisiones, mordidas, favores, etc.-, aunque claro, eso no forma parte del salario.

Pero el poder público es siempre generoso con los ingresos que nadie vigila y que no están considerados dentro de los presupuestos. Dinero que se convierte en la caja chica para cualquier tipo de actividades. En el caso de un gobierno municipal, por ejemplo, nadie tiene idea de cuánto se recolecta diariamente por concepto de licencias de construcción, cédulas de empadronamiento a comercios, permisos a miles de vendedores ambulantes de tianguis y locatarios de mercados, multas y recargos, entre muchos otros conceptos. Si nadie tiene idea de cuánto es, menos a dónde va a parar.

Por ello, el problema no es cuánto va a ganar el alcalde y sus funcionarios, sino si efectivamente van a cumplir lo que han dicho de no meterle la mano al cajón. Hasta ahora, ningún gobernante, de ningún partido, de ningún nivel de gobierno, lo ha cumplido. Y en la lógica de cómo opera Morena en los lugares donde es gobierno, no se espera que en Xalapa suceda algo diferente.

O acaso, como sucede con legisladores federales y locales, ¿Hipólito aportará una parte de sus escasos 75 mil pesos de salario para sostener el movimiento de Andrés Manuel y financiar su campaña presidencial? Eso tampoco lo creo.

Las del estribo…

  1. Cosas de la política. Para Dante Delgado, los agravios, los meses en la cárcel, la humillación pública, la vergüenza de sus hijos y el daño a la familia bien valen un plato de lentejas.
  2. Con la alianza total del PRI-Verde para la elección local de Gobernador y diputados, podríamos estar viendo el regreso de la fidelidad. Total, si Miguel Ángel Yunes ya hizo presidente municipal a uno de sus hijos y pretende convertir en gobernador a otro de ellos, ¿porqué Fidel Herrera no haría senador a uno de sus vástagos? Pobre Veracruz.