Al iniciar el mes de enero del presente año, diversos medios informativos dieron cuenta de las presuntas irregularidades en que habría incurrido, en su trabajo notarial, el padre del fiscal general de Veracruz.

Se dio seguimiento de esa manera a los señalamientos que ponían en duda el trabajo notarial de Jorge Winckler Yessin, notario público número 35 de Salina Cruz, Oaxaca.

El tema reventó originalmente hace 16 años, en 2003, cuando fue emitida la circular para que las oficinas del Registro Público de la Propiedad en Veracruz se abstuvieran de inscribir escrituras promovidas por el mencionado notario, quien ya era investigado en Oaxaca.

Desde el Registro Público de la Propiedad de Oaxaca, a cuyo frente se encontraba Jorge Manuel Gracida, se alertó sobre las irregularidades en que habría incurrido Winckler Yessin en su labor notarial de Salina Cruz.

El caso es que al parecer, dados los presuntos actos de corrupción en su trabajo en el estado de Oaxaca, Winckler Yessin intentó inscribir sus documentos notariales en el estado de Veracruz, valiéndose de una notaría ubicada en San Andrés Tuxtla.

Hace más de una década, en mayo de 2007, el entonces director general de Notarías, Edel Álvarez Peña, hoy presidente del Tribunal Superior de Justicia, giró un oficio dirigido a Francisco Rincón Habib, presidente del Consejo Directivo del Colegio de Notarios Públicos de Veracruz, para informar que de manera precautoria, en las oficinas registrales de Veracruz no se realizaría ni se recibiría trámite alguno del notario Jorge Winckler, hasta no verificar la autenticidad y la existencia de dichos trámites en Oaxaca.

En julio de 2008, Álvarez Peña tuvo que responder un oficio turnado por el agente del Ministerio Público Investigador de Ciudad Mendoza, quien preguntó si existía alguna medida para prevenir irregularidades en documentos autorizados por Winckler Yessin.

En marzo de 2010, último año del sexenio de Fidel Herrera, al director de notarías en el estado, Edel Álvarez, le respondía un oficio su homóloga oaxaqueña, Maritza Escarlet Vásquez Guerra, sobre una presunta irregularidad detectada en el trabajo notarial de Jorge Winckler Yessin: la inscripción que pretendía realizar el notario de Salina Cruz en el Registro Público de la Propiedad de Veracruz no correspondía al instrumento origen, ni a la fecha, ni al acto jurídico asentado en Oaxaca.

Por irregularidades de ese tipo, todos los instrumentos que pretendía realizar en Veracruz el notario Jorge Winckler fueron analizados con lupa desde 2003, año en el que fungió como directora de Notarías en Veracruz Carmen Erresquín Colt; y así continuó durante el periodo de Francisco Saucedo, Edel Álvarez Peña, Fernando Vázquez Maldonado, Raúl Ramos Vicarte, Enrique Becerra Zamudio y David Jiménez.

De tal manera que no se trata de irregularidades detectadas de forma reciente, sino de un notario que ha estado bajo la lupa desde hace al menos tres lustros en Veracruz, a pesar de que su demarcación no se encuentra en esta entidad, sino en el estado de Oaxaca.

Lo curioso es que uno de los principales observadores de la función notarial de Jorge Winckler Yessin en Veracruz es el ex director general de notarías, Edel Álvarez Peña, hoy presidente del Poder Judicial en el Estado, a quien le tocó dar aviso a las oficinas registrales para que antes de inscribir los documentos promovidos por el notario público número 35 de Oaxaca, cotejaran los documentos originales en los registros de aquella entidad.

Más todavía: el hijo de ese cuestionado notario es hoy fiscal de Veracruz y pertenece al mismo grupo político que arropó a Edel Álvarez durante la pasada administración.

La ridícula denuncia contra Cuitláhuac

Tan ridículo como patético. El abogado León Vladimir Hernández Ostos, vinculado a Miguel Ángel Yunes, acudió al Congreso de Veracruz para presentar una solicitud de juicio político contra el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, el secretario de Gobierno, Eric Cisneros, y algunos diputados locales.

El abogado yunista mostró un evidente afán protagónico al presentar una denuncia que de antemano parece improcedente.

Dice que el gobernador de Veracruz, al emitir declaraciones contra el fiscal, afecta el desempeño de la Fiscalía General del Estado. De risa.

Hay que recordar que Jorge Winckler es producto de una imposición yunista; es decir, fue un nombramiento a modo, un fiscal carnal, como lo definieron perfectamente en redes sociales.

La denuncia parece no sólo una payasada, sino también un argumento que deja en evidencia la desesperación de Winckler y del propio Yunes Linares ante la inminente pérdida de esa posición, que dejó como herencia el pasado gobierno. @luisromero85