Por Gerónimo Rosete Pozos

Mientras los aspirantes a candidatos, todavía no candidatos oficialmente, a gobernador del estado dan sus primeros pasos como abanderados de diferentes partidos, alianzas y coaliciones; los que fungen como servidores públicos de la actual administración parecen ausentes ante su falta de ineficacia para cerrar un sexenio que quedará en el más negro anecdotario político de Veracruz.

No hay un día, del aún joven 2016, que no se encuentre una nota informando sobre un asalto, un levantón, un asesinato, una balacera, manifestaciones de distintos sectores que han sido afectados por el pésimo manejo financiero del dinero de los veracruzanos; un sin fin de inconformidades que muestran una total ineficacia de nuestros servidores públicos.

Es cotidiano, en la fila del banco, en el transporte urbano; en los cafés, restaurantes, aulas, centros de trabajo (incluso dentro del mismo gobierno); las quejas al por mayor y las ganas de que el año se acabe y con ello el sexenio, con la esperanza de que quien llegue ponga en orden y castigue a los responsables de que nuestra entidad viva en el terror, la pobreza, desesperación e incertidumbre.

No encuentro razón para enumerar los hechos relacionados a la violencia e inseguridad que se han dado desde el último texto publicado por su servidor hasta hoy; todo está en los medios y el único que da la cara -muy cuidadita, por cierto- es el fiscal Luis Ángel Bravo Contreras, quien en una pulcritud de caballero, con unos modos tan refinados, afrenta cualquier entrevista e infla el pecho orgulloso de hacer su trabajo y repetir cuantas veces sea necesario que se está haciendo todo lo posible por resolver caso por caso.

Mientras la figura de un verdadero primer mandatario estatal se ha borrado; solamente se ve a Javier Duarte en actos públicos donde su ausencia sería desplante directo hacia el presidente Peña o algún funcionario federal, fuera de eso parece que no está mas que detrás de una computadora o un dispositivo móvil, publicando en twitter o dando conferencias de prensa en Palacio de Gobierno, cobijado por el enorme aparato de logística y comunicación social.

¿Estará solo?, ¿quién lo acompaña en estos tiempos aciagos?, ¿quién le da consejo? Debe ser un horror estar en sus zapatos, saber que poner un pie en la calle y estar cara a cara con la ciudadanía es correr el riesgo de que algún inconforme lo encare, le recrimine, lo cuestione. Para eso está el secretario de Gobierno, para eso el fiscal, para eso los comunicados inverosímiles de un equipo inverosímil de comunicación social. Estoy seguro que también Javier Duarte debe querer, en el fondo, que el sexenio acabe y continuar con su vida particular, disfrutar el tiempo en familia, dedicarse a su gente; si le es posible.

El panorama nos pone al filo de llegar a la ingobernabilidad, aunque algunos creen que ya vivimos en ella. Imagine usted, por ejemplo, que la Universidad Veracruzana (académicos, alumnos, personal, egresados de distintas generaciones) salieran a las calles para manifestarse contra los dichos del gobierno acerca de su alma mater, vaya haciendo cuentas; imagine que se sumaran los principales sindicatos de trabajadores de la UV, más los jubilados afectados por el IPE, más campesinos que no tienen los apoyos prometidos, más empresarios a los que no se les liquidan productos y servicios otorgados al Gobierno del Estado, más los maestros inconformes por la designación de sus pagos, más los graderos del carnaval que no vieron la suya porque la gente ya no sale a las calles por miedo, más el verdadero gremio periodístico que labora en uno de los territorios más peligrosos para ejercer su oficio, más los tantos sectores que no menciono que han sido afectados por la clase política en el poder; imagine, por el gusto banal de una sacudida mental, a todos ellos al mismo tiempo manifestándose.

Siempre dejo en claro, de ser pertinente, que no tengo fines terroristas o de insurgencia, nada de eso; la realidad rebasa cualquiera de esas pretensiones y cada vez más empuja a la sociedad a buscar otras formas de mostrar su descontento; y las calles, la unión, la masa, siempre han sido una vía.

De seguir como vamos, prepárense para algo como lo que hoy simplemente les invito a imaginar. Escriba a mrossete@nullyahoo.com.mx formatosiete@nullgmail.com www.formato7.com/columnistas