El Estado, la política y el destino del colectivo contra lo que un individuo provoca o haya provocado, arrastra la vida y se juega el azar de toda una institución. El desorden y la corrupción es el símbolo sugestivo de la incapacidad para la gobernanza en estos tiempos en Veracruz, estando condenados de antemano quienes así lo provocan a tropezar con la realidad.

En los Servicios de Salud de Veracruz hay contradicciones al idealismo fundamental de la atención de los semejantes para preservar el bien más preciado de un ser humano; la salud, habiéndolo convertido esto, en una tragedia.

Este drama, ha llevado entre muchas otras cosas, al deterioro de los hospitales y centros de salud que asisten a la población veracruzana en caso de un padecimiento que requiera de la atención en los nosocomios. El bien de la salud es una de las obras que reclama el pueblo, porque en ello le asiste el natural derecho de preservar la vida.

En tal ambiente, se colocó a un irresponsable como responsable de preservar de la mejor manera, la infraestructura  hospitalaria, pero sobre todo de cuidar su valioso recurso humano, de atenderlo, de escucharlo; pero esto, no tan sólo fracasó, sino que se le hundió en una espiral de consecuencias dramáticas. El despidió de cientos de trabajadores que se dedicaban a laborar en la institución de salud, a provocado la desatención, estas argucias dieron paso a personal con escasa experiencia laboral para preservar la salud y cuidar de los ya enfermos. Se optó también por colocar gente que desconocía y desconoce los sistemas operativos de los Servicios de Salud, en los puestos directivos, a un costo humano elevado; priorizando en este acomodo de puestos la identificación  con el partido Acción Nacional, dejando las capacidades de lado, bajo los intereses y el cobijo de quienes obtuvieron un cargo público. En ello esta involucrado por acción, omisión e incapacidad el doctor Gabriel Riande Juárez a quien le dieron la responsabilidad de  la Dirección de la Atención Médica, teniendo durante estos casi dos años, el mando y toma de decisiones a su modo de la infraestructura hospitalaria y de su personal.

Riande Juárez, un colaboracionista que permitió y ha permitido, dejar  hacer lo incorrecto en este bien público, en donde se ha visto deteriorada la atención hospitalaria.

Al igual que otros, en otro tiempo y en éste; se abocó a consentir y a privilegiar a damas con bajo perfil intelectual, que lucen algunos adornos académicos que de poco les sirven; como la doctora Connie Arrazate quien ha llevado a la subdirección de enseñanza de la institución, a la frivolidad de la mentira en los programas, ahí se ha mentido y se miente llenando los informes de datos falsos. No se proporcionó o aportó, absolutamente ningún principio o acción que estableciera o fuera fortaleza para el desarrollo de la formación del personal médico, no hubo, ni hay, vinculación estratégica que permita a los médicos internos, pasantes  de las diversas formaciones académica en servicio social-médico y residentes, para allegarse de mayores conocimientos que los ya establecidos, en un formato deteriorado que subyuga al personal en formación a la denigrante actitud de ser estudiantes y trabajadores al mismo tiempo, una ambigüedad que las mentes de poco alcance no alcanzan a visualizar por la cortedad de miras, abandonando  la enseñanza y la formación visionaria del personal en aprendizaje, a un denigrante espectáculo que mantiene postrada la evolución académica, provocando daño en la población que acude a los servicios para su prevención y atención. En nada de ello se ha aportado para mejorar y evolucionar, por la sencilla razón de que no existe capacidad para la administración y la atención de la salud pública. Hechos que deben de ser sancionados, minuciosamente revisados en el proceso de entrega recepción, porque no tan solo se trata de la administración de los recursos económicos y materiales, sino también del tiempo, en que se provocó incapacidad en el cuidado a la salud, y en ello conlleva el retraso y el retardo de la atención de los pacientes; ahí esta el daño fundamental, provocado por la no atención médica adecuada, que provoca el retraso que permite a la enfermedad evolucionar por dejar pasar la atención oportuna y  la irregularidad de la administración y en los tratamientos,  en tiempo y forma a quien así lo solicita.

Ese sentido humano debe de estar también como relevante en la recepción de la entrega, porque el daño a la vida y la salud implica el tiempo y los tiempos que abonan y abandonan quienes se encuentran al frente de estos encargos.

El tiempo gubernamental de dos años está por concluir, se perforan agujeros enormes en zona de reserva ecológica como el cerro Macuiltépec, en donde primero se agredió excavando para la colocación de una enorme antena para la colocación de cámaras de espionaje para la población, que nunca han funcionado, ahora se violenta el espacio de esta reserva ecológica con una profunda perforación en las instalaciones del CECAN, que nadie sabe para que es, agrediendo el entorno en el que habitan cientos de miles de personas. A los ojos de las “autoridades de salud”, se daña el contexto que la preserva, ahí en el centro hospitalario oncológico, el director, responsable de la atención médica, observa ominoso y deja hacer lo que él es incapaz de detener.

Sintácticas

El camino más corto, es quizá como lo dice el proverbio chino; el más largo. Lo que pasa es que llevas prisa.

En política, los políticos, son como son, porque son; no es que la política sea así.

Si buscas amor, entrégate, no lo condiciones.

El ansia de los hombres por lo imaginario es tal, que sacrifican la razón.

De San Itario:

Si elevas una oración para la reflexión, relájate, aflójate, expulsarás  todo el bien que te incomoda.

Thierry Fischer [Flute]. Wolfgang Amadeus Mozart: Concerto for flute, no. 1 in G-Major, K. 313 (1778). Iceland Symphony Orchestra.