Quienes han seguido de cerca la carrera política de Rocío Nahle dicen que su estrella brilló con más fuerza por ahí de abril del 2017 cuando se apagó de un soplo la estrella de la ex diputada local Eva Cadena.

Antes de ese abril Eva era la consentida de Andrés Manuel López Obrador que incluso impulsó su candidatura a la alcaldía de Las Choapas, a pesar de la oposición de los choapenses.

Pero la filtración de un video donde aparece recibiendo dinero presuntamente para la campaña del tabasqueño la mandó a pique. ¿Tuvo que ver en la filtración la diputada federal Rocío Nahle? Ahí queda la pregunta.

A partir de entonces Rocío se convirtió en figura omnipresente en las giras de AMLO por territorio veracruzano. Como ingeniera petroquímica que es y trabajadora que fue en los complejos petroquímicos de Pajaritos, La Cangrejera y Morelos, la nativa de Río Grande, Zacatecas, puso sus conocimientos al servicio del entonces candidato que quedó gratamente impresionado.

De la diputación federal a la senaduría su ascenso estaba más que cantado. Aunque en la Cámara de Senadores tuvo apenas tiempo para entregar la curul a su suplente y tomar posesión el 1 de diciembre como Secretaria de Energía.

En un suspiro llegó al cenit pero, ¿se sostendrá?

La guerra contra el huachicol la tomó muy mal parada y la explosión en Tlahuelilpan puso al descubierto su marcada novatez en el ejercicio de su cargo, al grado que sus desatinos la convirtieron en el hazmerreír del sector energético.

En su columna de este martes titulada “Dos veces ya renunció” donde el periodista Raymundo Riva Palacio habla de las supuestas renuncias que presentó al presidente la Secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero, dice en su segundo párrafo:

“López Obrador descalificó a su secretaria de Energía, Rocío Nahle, quien dijo que iban a utilizar el método del fracking en la producción de petróleo. Eso no se hará, aseguró, dejándola una vez más en ridículo. La secretaria de Energía es a quien más ha enmendado las cosas en público, pero no tendrá consecuencias futuras. Nahle tiene una fuerte coraza frente a cualquier descolón o situación embarazosa. Será secretaria hasta que el presidente lo decida. No era nadie antes de conocerlo, no sería nada sin él”.

En efecto, Rocío no sería nadie sin Andrés Manuel, como tampoco será nada el día que caiga de la gracia del tabasqueño.

Y al parecer ese día ya llegó, dicen en Veracruz quienes aseguran que AMLO está hasta la coronilla de su colaboradora y es inminente que le pida su dimisión.

Esto es puro cuento.

Si bien es cierto que la Secretaría de Energía necesita un experto en el tema y éste no se llama Rocío Nahle, también lo es que Andrés Manuel no es de los que ande contando a qué colaboradores va a correr y a cuáles va a ratificar.

Ácido como es en ocasiones, a varios los ha ridiculizado en sus conferencias mañaneras y en especial a Rocío a la que ya agarró de bajada. Pero el día que la corra (o la ratifique, porque todo puede suceder) la primera en enterarse será ella.

Lo que sí es cierto es que en Veracruz se están formando tres grupos muy bravos con miras a la sucesión del 2024. El de la propia Rocío con una sólida presencia en el sur de la entidad; el de Manuel Huerta, dueño y señor de todos los programas asistenciales, y el del senador Ricardo Ahued con presencia en Xalapa y en algunos municipios del centro.

Lo de la “inminente” dimisión de Rocío, es parte de la grilla de grupos que temprano han comenzado su chamba de apuntalar a quien les paga y denostar al de enfrente.

Faltan cinco años y diez meses para que Cuitláhuac García deje la gubernatura, pero desde ahora se avizora que los carambazos en el partido de Andrés Manuel van a estar de antología.

bernardogup@nullhotmail.com