Los últimos días de diciembre, trabajadores de la Comisión Municipal de Agua Potable y Saneamiento de Xalapa (CMAS), dieron a conocer que desde hace diez años el líder sindical de esa dependencia José Luis Hernández López, tiene en la nómina a casi toda su familia cobrando sueldos que van de los 31 mil a los 297 mil pesos mensuales.

Indicaron que en el año que acaba de terminar, el propio José Luis cobró 536 mil pesos mensuales. Es decir, se echó a la bolsa 6 millones 432 mil pesos. Un poquito más y se hubiera emparejado con Obama, que como presidente de la nación más poderosa del mundo devengó anualmente el equivalente de 6 millones 800 mil pesos.

Mayor felicidad, imposible. Imagínate lector que en lugar de dar para el gasto y pagar colegiaturas, metas a tus parientes de aviadores y te quites de problemas.

La madrugada del 29 los trabajadores tomaron las oficinas sindicales y desconocieron a Hernández López a quien acusan, junto con los cajeros Josué Hernández, Sergio Adrián Armenta y la tesorera Miriam Hernández, de haberles birlado casi 6 millones de pesos de sus ahorros.

También lo acusan de que nunca les ha rendido cuentas.

Bueno, eso es hasta natural; los líderes jamás rinden cuentas, se transan el dinero de sus representados y punto. Es parte del encanto del puesto. Y yo diría que es la parte sustantiva de su actividad sindical.

Pero no vayas a pensar lector que José Luis Hernández es el único que tiene a su familia cobrando de gorra en una dependencia pública. Los líderes del sector Salud tienen en la nómina hasta a sus queridas, lo mismo que los líderes magisteriales. Y esa práctica es tan vieja como el propio sindicalismo.

¿Qué va a pasar con Hernández López? Nada. No le van a tocar ni un pelo. Uta no, ni pensarlo. No hay que olvidar que hay borrón y cuenta nueva para los corruptos del pasado.

En cuanto a los casi 6 millones que junto con los cajeros y la tesorera debe a sus agremiados es muy difícil que se los pague por las buenas. Los trabajadores ya demandaron, pero el proceso el juicio y todos los rollos legales se van a llevar su tiempo.

¿Será que al menos corran al líder? Uyyy… no pus eso sí quién sabe.

Un abogado laboral me dijo que los únicos con fuerza para tumbar a un líder sindical son los presidentes (en el caso de los líderes nacionales) y los gobernadores (en el caso de los estatales y municipales). De ahí en fuera nadie más. Las asambleas que hacen los trabajadores para deponerlos son faramallas avaladas por los presidentes o gobernadores.

Ojalá el gobierno estatal apoyara (nadie se lo tomaría a mal) la remoción de líderes venales que lo único que han hecho por años es volverse asquerosamente millonarios.

En Veracruz sobran sujetos cuya única función ha sido eternizarse en el poder y pepenarse las cuotas de sus agremiados.

Ya va siendo hora que den paso a una nueva camada de líderes ladrones y corruptos, que ocupen el lugar que ahora tienen los líderes corruptos y ladrones del sindicalismo veracruzano.

bernardogup@nullhotmail.com