Llegaron a los octavos
con total merecimiento,
seis puntos les dan sustento
a pesar de los tres clavos
-arteros- escandinavos.
Ahora sigue Brasil,
un rival menos hostil
y con juego más vistoso,
mas si hacen otro oso
volverán al cuchitril.

Llegar al quinto partido
o no, esa es la cuestión,
confío en que la Selección
con los suecos ha aprendido
que el camino recorrido
puede llenarse de lodo
si no le encuentran el modo
de neutralizar su ataque.
Que no nos pongan en jaque,
que en la cancha dejen todo.

Otro partido crucial
se juega el uno de julio
y en ese, nuestro peculio
está en peligro real.
El domingo es la final
y debemos ser certeros
pues, damas y caballeros,
nos jugamos el futuro
y si erramos es seguro
que vendrán tiempos severos.

Que nadie venda su voto,
nadie empeñe la consciencia,
ni calumnias ni violencia
lleguen a imponer su coto
y a dejar al pueblo roto.
Para poder avanzar
debemos de propiciar
cosas chingonas, carajo,
vayamos con desparpajo
y optimistas, a votar.

 

 

 

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